lunes, 31 de marzo de 2014

Los botánicos turolenses y La enfermedad sospechosa

Llega por fin la entrada que Javier Rubio tenía preparada para hablar de los botánicos turolenses de finales del siglo XIX, que aparecen en la estupenda novela La enfermedad sospechosa, de Antonio Castellote. La información la ha extraído de dos fuentes: por un lado, el artículo de Serafín Aldecoa titulado "Las Catalán de Ocón, mujeres de ciencia", publicado en Diario de Teruel (9 de marzo de 2014) y, por otro, del libro Los botánicos turolenses, de Dimas Fernández Galiano, que apareció ya en 1986 auspiciado por el Instituto de Estudios Turolenses, en su colección "Cartillas turolenses".

Clotilde




Blanca, según el retrato de Teodoro Gascón


    Las hermanas Blanca y Clotilde Catalán de Ocón fueron dos figuras importantes dentro de la historia del siglo XIX de Teruel. La primera de ellas se dedicó fundamentalmente al estudio y clasificación de las plantas en el valle de Valdecabriel. Mediante el empleo de unas claves y manuales y la colaboración del canónigo Zapater, consiguió un herbario de plantas "admirablemente preparadas", que apareció en la Miscelánea Turolense, donde se citan 83 especies. Su proyección fue superior a la de su hermana Clotilde y también ayudó al botánico Loscos y Wilkomm en sus estudios de plantas. Falleció en 1904 y fue también la descubridora de la "Saxífraga Blanca", que lleva su nombre. 
     Su hermana Clotilde era tres años más joven que ella. Recibió una esmerada educación y tuvo un gran amor por la naturaleza, al tiempo que fue una destacada poeta. Para José María de Jaime, fueron las primeras mujeres españolas que ejercieron activamente la Biología y la  Entomología. Consiguió formar una extraordinaria colección de lepidópteros, así como un muestrario muy destacado de mariposas de la Sierra de Albarracín. Su catálogo fue publicado en la Miscelánea Turolense. Murió en 1946.
     José Pardo Sastrón nació en Torrecilla de Alcañiz en 1822 y murió en 1909. Se aficionó a la botánica en su juventud y se matriculó en una escuela para su estudio, donde pronto se convirtió en su director, cargo que enseguida rechazó para volver a su pueblo como boticario. 
       Por último, Franciscos Loscos, personaje al que se alude en la novela a través de una carta que posee el maestro Ramón Vargas. Nació en 1823 y murió en 1886, justo después de la epidemia de peste de 1885 que aparece en La enfermedad sospechosa. Nació en el seno de una familia acomodada y su padre fue médico. Enseguida hizo estudios y obtuvo el título de licenciado en Farmacia en Madrid. Se instaló en diversos pueblos del Bajo Aragón y desde allí trabajó en su magna obra, el Herbario Nacional. Junto con Pardo Sastrón comenzó a trabajar en el estudio del territorio aragonés. Su tarea fue recopilar flora fanerogámica y criptogámica microscópica, centrándose en las plantas medicinales. 


 

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