viernes, 21 de marzo de 2014

Otoño ruso y la educación

Ahora toca el turno de la novela más leída por los alumnos de 1º de bachillerato: Otoño ruso. Las encargadas de realizar un comentario y hablar un poco sobre la educación son Blanca Lázaro y Ana García.


    Trataremos el tema de la educación en la novela, que aparece en varias ocasiones y demuestra el nivel cultural de algunos de los personajes, como por ejemplo Esther y Julia. En el capítulo 3 se nos cuenta que Kolia es un gran experto en las matemáticas, ya que en su antigua escuela de Irkutsk (Rusia), su profesor (antiguo capitán del ejército soviético) le había enseñado un método, en el que primero él escribía la operación en la pizarra, después de cinco minutos la borraba y tenían que estar media hora en silencio. Al pasar este tiempo les daba un folio blanco y les daba otros cinco minutos para que escribieran la operación y su resultado y debían entregárselo al profesor cuando él diera una palmada. En su nuevo instituto de Teruel (Vega del Turia, antiguo Ibáñez Martín) tienen como profesor de matemáticas a Javier Santacruz, que Kolia le cae bien aunque es un tipo serio que tenía otros métodos de explicación. 
     En el capítulo número 5, titulado “Una buena pieza”, se nombran los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, autor español del siglo XIX que estudiamos en 4º de ESO. A Bernardo le gusta leer libros de Galdós, según explica Matilde durante sus reflexiones en otro capítulo: incluso su podenco se llama Canelo, como el perro de la novela Miau. Sin embargo, desde que Bernardo conoció a Tatiana le ha dado por leer literatura rusa, especialmente al escritor ruso Dostoievski, del que se nombran algunos libros como El idiota o Los hermanos Karamazov, aunque también lee obras de otros autores: El don apacible, de Shólojov, y Guerra y paz, de Tolstoi.      El título del capítulo número 16, en el que los chicos se reúnen en Alfambra para hacer el trabajo sobre el reloj analemático, es un verso de la Soledad I de Luis de Góngora, poeta barroco, al cual están estudiando en clase Esther, Kolia y Julia. Hay dos partes de esta larga poesía que se nombran: “doméstico es del Sol nuncio canoro”, que es el título del capítulo, y “lascivo esposo vigilante”. He aquí el fragmento del poema donde aparecen:
 
Cuál dellos las pendientes sumas graves

De negras baja, de crestadas aves,

Cuyo lascivo esposo vigilante

Doméstico es del Sol nuncio canoro,

Y –de coral barbado- no de oro

Ciñe, sino de púrpura, turbante.


    En resumen, la educación como tema en Otoño ruso aparece a menudo ya que tres de sus principales personajes son estudiantes de Bachillerato con los que los jóvenes nos sentimos identificados. Además, también se nombran autores tanto españoles como rusos, hecho que nos anima a investigar más acerca de otras culturas y otras personalidades.

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