lunes, 7 de mayo de 2012

Los cazadores de cabelleras

     Thomas Mayne Reid (1818- 1883) es uno de los autores de novela de aventuras más interesantes a la vez que olvidados en la actualidad. Nació en la verde Irlanda, pero en su juventud decidió embarcarse rumbo a EE. UU., en busca de aventuras. Fue trampero, soldado, capitán de voluntarios en la guerra contra México, periodista y jugador de croquet. Además, fue un destacado escritor, con un gran éxito y traducciones a la mayoría de las lenguas. Sus novelas están ambientadas en el lejano Oeste y en otros lugares remotos y tienen ese toque de vitalismo y alegría de vivir que caracterizan a las novelas que se han de leer cuando se es adolescente y se buscan nuevos mundos y horizontes. De entre todas ellas destacaremos Osceola, el gran jefe de los semínolas, Cazadores de osos (de la que te hablaremos antes de que acabe el curso) y El jinete sin cabeza.
      Los cazadores de cabelleras (The Scalp Hunters, 1860) es una de sus obras más conocidas y es la que te vamos a comentar, para ver si te pica el gusanillo y te das un garbeo por la biblioteca pública y te lo lees, que son poco más de cien páginas. El joven Enrique Haller se dirige al Oeste con la esperanza de buscar aventuras y hacerse un hombre de provecho. Para ello acudirá a Saint-Vrain, uno de los hombres de la pradera más importantes, que se convertirá en su tutor y maestro por lugares míticos: Santa Fe y Nuevo Méjico, los desiertos y quebradas en los que apaches y navajos acechan, antiguos pozos en medio de la nada...Se enamorará de una bella joven, hija de uno de los mayores cazadores de cabelleras - Seguin - y luchará contra las hordas de indios que los asediarán constantemente (aquí se exageran las cifras un tanto...). Los buenos son puros y con buenas intenciones (aunque entre estas se encuentre hacer acopio de las cabelleras de los indios) y los malos - los indios - son terriblemente pérfidos, crueles y sanguinarios.  
          Es entretenida, se lee con facilidad y tiene una historia que entronca con un subgénero de la narrativa norteamericana muy interesante, la captivity narrative, que son novelas que narran el cautiverio de colonos blancos a manos de los indios. La mayoría tienen por protagonistas a mujeres, en una tradición que se remonta al siglo XVI y ha tenido su eco en el cine, como en la obra maestra Centauros del desierto (1956), de John Ford:



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