viernes, 28 de abril de 2017

No cantaremos en tierra de extraños, de Ernesto Pérez Zúñiga


"Manuel corrió por el cine, en la sala vacía donde se estaba proyectando La chevauchée fantastique, esta vez y sólo esta vez la película completa, para que tampoco la pudiera ver de principio a fin. Era la última tortura o tentación de Corbeau. Manuel se detuvo ante la luz azul de la pantalla, donde Ringo caminaba soo hacia la noche del desierto. También lo hice yo, caminé, fundido en él, despacio, encontré la noche del pueblo que se llamaba Saverdun, y era que estaba atravesando la pantalla. La cruzó, olió el río, salió hacia una carretera, y de todas formas avancé durante no sé cuántos kilómetros hasta caer y ser recogido por una patrulla, y luego despertado.
-Voy a Londsburg- contestó al soldado que trataba de sacarle una respuesta, sacudiéndolo ya dentro del vehículo en marcha."

Ernesto Pérez Zúñiga, No cantaremos en tierra de extraños. Galaxia Gutenberg, 2016, pp. 36-37.

Fragmento de La diligencia (1939), de John Ford

 

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