Andan los chicos de 4º algo añusgados, desnortados y con un sudor frío que les empieza a recorrer a algunos la espalda, pues se acerca, ay, el primer examen de la evaluación, el que comprende la sintaxis, los textos argumentativos y expositivos. Bien pensado no es la batalla definitiva, pues esta se librará a comienzos de junio e incluirá, nos tememos, mucha subordinada y coordinada. Lo de ahora es tan solo una refriega con la oración simple, los textos argumentativos y expositivos y un poco de vocabulario y ortografía para desentumecer los músculos, que andan algo romos. Lo cierto es que, si uno es un alumno aplicado y ha hecho todas las frases que se han presentado en clase (toma falsa impersonal con el pronombre "uno"), las opciones de salir airosos son altas. Es cierto que más de uno caerá en las artimañas de las impersonales, se enredará con los taimados SE, dudará con las pasivas reflejas o tendrá un traspiés con los directos e indirectos. Pero no menos cierto es que si se ha estado atento -ay, ay, ay-, la batalla se presenta favorable.
De esta manera, el primer escollo serán un par de ejercicios de vocabulario y ortografía. De aquí más de uno sacará su venero de puntos para el resto del examen, sobre todo los que anden pez en sintaxis y no les dé la gana de leer en estos días los textos barojianos que con tanto mimo hemos seleccionado para trabajar la argumentación y exposición. Además, la ortografía está últimamente en la picota por mor de algunas noticias aparecidas en la prensa, así que miel sobre hojuelas.
Después vendrá la parte teórica de los textos expositivos y argumentativos, que pueden incluir alguna demostración práctica: distinguir las partes del texto, localizar los argumentos, la tesis...No es difícil, pero es la primera criba. A continuación vienen las huestes sintácticas, encabezadas por un ejercicio de reconocer sintagmas, funciones y componentes de fragmentos subrayados en negrita en varias oraciones. Verbigracia: "Maradona regateó a toda la defensa inglesa y se dirigió hacia la gloria". En este caso, se trataría de señalar el sintagma (preposicional), la función (CD, aunque se admite la reflexión en torno al CRV) y los componentes (preposición, dos determinantes, un sustantivo y un adjetivo, que es además gentilicio). Y aquí está la prueba:
Con el pase que le dio Héctor Enrique era imposible que fallara
Después llegan los temibles SE y algún posible ejercicio de reconocimiento verbal, de impersonales y clasificación de oraciones. Si se supera el primer obstáculo, la batalla está medio ganada. Dicen que los dativos éticos, sus primos los no concordados y algún otro afín no van a a estar, pues no han llegado a tiempo. Es, sin duda, una pérdida importante, pero no hay enemigo pequeño y así, en el probable ejercicio de los verbos, estarán emboscadas algunas perífrasis, locuciones verbales y demás ralea morfológica. Vamos, que pintan bastos si uno no se vuelve a leer la teoría. Imaginemos, para el caso de los SE, una frase como esta: "Podría decirse que Di Stéfano se atrevía con todo y que en aquellos años se jugaba al fútbol de otra manera" (sencillico: un SE de pasiva refleja, un pronominal y uno marca de impersonal). De regalo, el vídeo homenaje al interfecto:
Bien, luego habrá un análisis sintáctico al uso, ya como parte final de la batalla. La sintaxis se presentará en su estado más habitual, es decir, es como si Italia jugase al catenaccio, los holandeses lo hicieran bonito (y perdieran) y los ingleses...pues eso. Aquí tendrán que elegir una oración para analizar, cuya puntuación variará según la dificultad. De esta manera, no es lo mismo analizar algo tan sencillo como "Es conocida por todos su desmesurada afición al fútbol, ese entretenimiento vulgar", que algo del estilo de "¡Recanastos!, Juan, querido amigo, al Robe, el líder de Extremoduro, últimamente le sigo escuchando con gusto todas las noches en mi nuevo y flamante MP4 para solaz de mis padres". Más allá de lo absurdo de la frase y de lo recargada que está, tiene más complejidad que la primera y, por tanto, valdría más. Es aquí cuando algún avispado alumno tratará de hacer dos oraciones o, mira tú por dónde, tres, a ver si alguna cuela y su profesor, en un momento de debilidad, le da por buena alguna de las tres. Craso error, zagal, pues solo te contará la primera, esté como esté.
Extremoduro y Manolo Chinato: Ama, ama y ensancha el alma
Después de desenredarse y zafarse del análisis sintáctico, a los chicos aún les queda una breve lucha con la clasificación de las oraciones y con algún kamikaze sintáctico, que aparezca de sopetón con una pregunta de este jaez: "¿Sabías crear una oración con doble CD, doble CI, dos CC y un vocativo?" o "¿Qué es eso de los verbos semicopulativos? ¿Engordan menos que los copulativos?" Si lo superan y evitan estas pequeñas celadas habrán alcanzado el ansiado aprobado o, quién sabe, alguno frisará el notable o la gloria del sobresaliente, algo que solo está reservado para los héroes.
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