Los chicos de 1º de bachillerato han librado la última batalla frente a las hordas de la sintaxis, que esta vez sí habían recurrido a sus hermanas mayores, las oraciones coordinadas y subordinadas (las adjetivas y sustantivas, que las adverbiales aguardan en la recámara para el año que viene). De nuevo ese viejo enemigo, el muro que se alza antes de alcanzar el merecido descanso estival. En estos días de fútbol, de artículos en la prensa que elogian el trabajo, la brega y la épica de algunos equipos, haremos alguna alusión al tema, que siempre gusta, aunque sin irnos tanto a la parte heroica que hemos leído estos días por ahí. En cierto modo, la trayectoria de algunos alumnos ha discurrido paralela a la del Atlético de Madrid, porfiando durante todo el curso, a veces con la fe del carbonero y a veces con la desesperación del que no sabe muy bien en qué consiste todo esto. Un ejemplo claro es nuestro querido alumno A. G., confeso atlético, que ha ido frisando el 5 desde el comienzo y que se ha batido el cobre con las oraciones en recreos y alguna tarde en el instituto y que finalmente ha vivido de manera paralela su aprobado en la parte de lengua (la de literatura es otra cosa) con los esfuerzos de su querido equipo el sábado para lograr el título de liga. Esta ha sido la actitud que nos ha gustado, la que elogiamos y la que queremos mantener. Pero también están sus colegas indolentes, los que lo van a fiar todo a tratar de mediar con la parte de literatura, que recuerdan un poco al Barça e incluso al Madrid, porque pueden hacerlo bien y lo dejan todo a un último arreón, que en ocasiones no funciona. Finalmente hay que acordarse de los que nunca se han bajado de la zona noble, callados y atentos a los detalles, que leen los enunciados y que saben qué es lo que han de hacer. A ellos nuestras loas y felicitaciones, porque han hecho lo que se esperaba.
Vamos con algunos de los ejercicios del examen. En el primero de ellos se ofertaban cuatro oraciones para su análisis y breve comentario, de las que había que hacer dos. Las dos más largas eran las más sencillas, pues solo incluían coordinación, mientras que las dos primeras contenían, en su brevedad, subordinadas y algún elemento peligroso (sustantivaciones, perífrasis...). Los que leyeron el enunciado y pensaron durante unos segundos salieron airosos de la prueba; los otros, comenzaron la batalla con un desastre propio de los generales prepotentes y confiados que enviaban a sus tropas sin ningún tipo de planificación...
En la primera de ellas ("Me dejó bastante anonadado; comentó que iba a comenzar las obras que tenía pendientes en breve"), podemos ver dos oraciones yuxtapuestas, con una relación semántica de causalidad e incluso temporalidad entre ellas. La primera parte incluye un CD y un PVO de ese CD, con un sujeto elíptico en 3ª persona. La segunda, en cambio, es más compleja. Encontramos un verbo principal -"comentó"- y una subordinada sustantiva con función de CD (todo lo demás), introducida por el nexo "que" (por tanto, flexionada). En su interior, llama la atención la ausencia del sujeto (en 3ª del singular) y un predicado cuyo núcleo es una perífrasis aspectual ingresiva ("iba a comenzar"), con un CD -"las obras que tenía pendientes"- y un CCT ("en breve"). El problema viene en el CD, pues en su interior hay una oración subordinada adjetiva de CN o adyacente, introducida por un nexo que a su vez es CD -el antecedente es "obras"- y un PVO ("pendientes"); el sujeto vuelve a estar elíptico y es el mismo que antes.
La segunda oración también incluía subordinación sustantiva: "Ver la tele todos los días junto a la suegra no suele ser lo más habitual, sin embargo, es harto frecuente". Bien, pues más allá de que en su lógica interna la frase adoleciera de mucho sentido, la cosas es que había que enfrentarse a ella (a la frase, no a la suegra). Se trataba de dos coordinadas adversativas restrictivas (nexo: "sin embargo"). En la primera de ellas había que localizar el sujeto, que no era otro que una oración subordinada sustantiva no flexionada ("Ver la tele todos los días junto a la suegra") y un PN con su correspondiente atributo. Aquí haremos un chiste malo, pero que puede ser efectivo para que alguno, de una vez, se entere de que el PN implica un atributo, más allá de la risita tonta cuando se dice en voz alta...En fin, que en ese sujeto (en la oración subordinada sustantiva), no había nexo, sino que se trataba de una oración de infinitivo, sin sujeto, a menos que uno hable como los apaches, claro. En su interior, un CD, un CCT y un CCCompañía (vale, aceptamos "suegra" como compañía). En el predicado nominal, cuyo núcleo es una perífrasis aspectual frecuentativa o habitual ("suele ser") hemos de encontrar un atributo (recordemos el chiste), que no es otro que "lo más habitual". Hete aquí que a la hora de poner el examen tuvimos un pequeño acto de maldad, pues pensamos en un adjetivo sustantivado...Y se produjo la tragedia. Es ver un "lo" y adjudicarle un CD, sin pensar, en plan el viejo Oeste (primero dispara y luego pregunta) y así nos va. Bueno, pues eso, que era atributo y no CD, pues era un artículo que sustantivaba al adjetivo que venía luego. En la segunda adversativa falta el sujeto, que está elíptico y solo está, de nuevo, un PN, con su correspondiente atributo.
La tercera oración, larga como el final de la liga para el Barça, incluía dos coordinadas explicativas (nexo "es decir"), sin más: "Las lecturas obligatorias han de hacerse con tino, es decir, no hemos de seguir machacando a los alumnos con historias lejanas, aburridas y poco atractivas". En la memoria de alguno esta frase resonará, pues se puso en el examen final de 4º. La primera explicativa tiene un sujeto paciente -"las lecturas obligatorias"- y un PV cuyo núcleo es una perífrasis modal de obligación, con un SE enclítico que es la MPR. "Con tino" es un CCM, aunque alguno haya puesto que el tal "tino" es un hipocorístico de Constantino y por tanto un CCCompañía (no está mal razonado)...La segunda oración vuelve a incluir una perífrasis verbal aspectual durativa, un CD y un CCM, con varios núcleos en su interior. El sujeto está elíptico, aunque se refiere a esas personas que velan por la formación y aprendizaje de los chicos.
Finalmente, la cuarta era la más sencilla y, paradójicamente, la que más disgustos ha dado. Decía así: "Luis, María y Pablo viven todavía con sus padres en sus casas, pero Andrés y Sergio no". En días previos al examen lanzamos una arenga con severas admoniciones sobre los nexos de las coordinadas. Nos referíamos a esto, pues aquí se coordinan sintagmas o núcleos nominales, no oraciones. Así, la primera adversativa incluye un sujeto coordinado con tres núcleos y un PV con tres circunstanciales. Nada más. La segunda adversativa requería de un ejercicio de abstracción y de lógica, algo difícil si antes has puesto que hay tres copulativas o que "viven todavía" es una perífrasis. Ahora faltaba el núcleo verbal del PV, pero había una pista para sobreentenderlo, que es el adverbio "no". Era muy sencilla.
El resto del examen contenía un ejercicio de clasificación de oraciones, otro de reconocimiento de complementos, algo de teoría de sintaxis y de tipología textual y poco más. Era asequible, fácil y acorde a lo que se ha hecho en clase. Lo que nos queda -siglos XVIII y XIX, junto con Doña Perfecta- será el epílogo, ameno y tranquilo, para el final. Eso sí, aún habrá alumnos que deberán realizar su particular descensus ad inferos de las recuperaciones o, en el peor de los casos, el estudio bajo el flexo en verano..., con el mar tan lejos de aquí.
Ah, y el título de la entrada viene de Led Zeppelin. Para algunos este examen debería haber sonado más bien a "Starway to Heaven", y para otros se ha quedado en "Dazed and confused", pero eso es otra historia:
Led Zeppelin: "Achilles Last Stand"
¡Buen trabajo! con profesores como este, aprender sintaxis debe ser un camino de rosas. ¡Qué suerte tienen los chicos de Monreal!
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