lunes, 10 de junio de 2013

Robert Louis Stevenson

Uno de los autores favoritos de esta casa es Robert Louis Stevenson, de quien Paola Fogued, de 1º de bachillerato, traza una interesante reseña sobre una película basada en su inmortal obra La isla del tesoro y nos comenta una curiosidad. Ahí va:

Os dejo una pequeña recomendación de una película sobre la cual últimamente venimos hablando, relacionado con el siglo XIX y con su autor, quería comentaros un poco una película que desde niña me ha encantado: La Isla del Tesoro.
  Billy Bones es un viejo bucanero que vive escondido en la posada del “Almirante Benbow”. Este guarda en un baúl un valioso mapa que indica el lugar exacto donde se oculta el tesoro producto de las innumerables andanzas del pirata Capitán Flint. El malhechor es localizado por Perro Negro, un antiguo compañero de correrías piratas, al que ahuyenta a sablazos. Más tarde aparece el ciego Pew, que le entrega la Mancha Negra, como aviso de que sus antiguos camaradas piratas vendrán a por el mapa. Bones muere y el mapa con la localización del botín, que busca la antigua tripulación pirata de Flint, va a parar a manos del pequeño Jim Hawkins, hijo de la dueña viuda de la posada.
       Encantados por la idea de localizar el tesoro enterrado por el Capitán Flint, el Squire Trelawney, el Dr. Livesey y Jim Hawkins, utilizan el navío La Española e inician una travesía marítima hacia una isla caribeña. Por desgracia ignoran que un gran número de la tripulación pirata de Flint viaja a bordo del barco…


      Otra obra de Robert Louis Stevenson que podemos encontrar, y que además hace mención en su título a un lugar muy cercano a nuestra localidad, es el relato Olalla, que trata sobre un soldado herido que viaja a España para recuperarse. Allí conoce a una joven misteriosa y encantadora, Olalla, la hija de su anfitrión, y parte de una familia que esconde un secreto abominable.

    Es el relato sobre un amor imposible en un escenario natural de fuertes tonos románticos, donde se entrecruzan otros dos motivos: una reflexión sobre el alma y el tema de la licantropía. El caserón señorial de Olalla está engastado en otro tiempo, en la historia de un linaje clausurado dentro del que ella es sólo un último momento de lucidez. La muchacha siente celos de su propia mirada, su pelo y sus manos, y hasta de su propia alma. Cada parte y tiempo de su vida ya vividos y pertenecientes sin remisión al ciclo cerrado de la historia de su gente. Así, el pasado rebosa su cuerpo y se adueñó de sus sentidos, como si los muertos se resistieran a irse de su sangre. "Hablamos del alma, pero el alma está en la estirpe", dice Olalla, que no puede entregar en el amor un alma desasida de su propia conciencia. Una naturaleza brava y primitiva rodea al caserón, amenazado por el odio secular de los habitantes de la aldea que ocupa el valle y por una profecía de fuego y destrucción.

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