viernes, 26 de octubre de 2012

Shakespeare y Disney

    Alicia Plumed, de 1º de bachillerato nos envía este documento sobre la relación entre Shakespeare y la obra de Disney El rey león. Ahí va:

    En ocasiones, las cosas no son lo que parecen. Quién se podía imaginar que El Rey León, aquella película de nuestra infancia, contaba una historia escrita en 1601.  
      Casi cuatrocientos años antes de que Walt Disney decidiera llevarla a la gran pantalla, El Rey León nació en Inglaterra, durante la época isabelina. Un dramaturgo, poeta y actor inglés llamado William Shakespeare pudo ser su autor. Este, junto a otros escritores de su misma época contribuyó a que la época isabelina tuviese un gran auge cultural.  
 
      Corría el año 1601 cuando Shakespeare escribió Hamlet, una obra ya inspirada en unos antiguos escritos que no se han conservado hasta nuestros días.  
     “Hamlet comienza con la muerte del rey de Dinamarca (padre de Hamlet), tras esta tragedia ocupa el trono su hermano Claudio quien además se casa con su mujer. Hamlet se entera por el espectro de su padre de que este ha sido asesinado por Claudio. Hamlet escribe una obra de teatro que es representada en palacio, en la cual muestra como Claudio asesinó a su padre. Hamlet mata por error a Polonio y el hijo de este busca venganza. Hamlet viaja a Inglaterra y tras su vuelta se bate en duelo con el hijo de Polonio, ambos acaban muertos, pero antes de morir, Hamlet mata a su tío Claudio. Su madre muere envenenada.”

      Al leer la obra se observan varias similitudes con la película El Rey león, aunque evidentemente modificada para un público de menor edad.

     “El clásico de Disney cuenta las aventuras de Simba, el adorable cachorro de león que está deseando ser rey. Pero su envidioso tío Scar tiene otros planes ya que quiere ascender al trono y obliga a Simba a exiliarse del reino. Solo y a la deriva, Simba se une a las andanzas del divertidísimo suricato llamado Timón y de Pumba, un cariñoso jabalí. Siguiendo el estilo de vida relajado de Hakuna Matata, Simba olvida sus responsabilidades de futuro rey hasta que comprende cuál es su destino y decide regresar para enfrentar a su tío y recordar quién es y cuál es el puesto que le corresponde en el ciclo de la vida.” 
 
En conclusión, aunque parezca mentira, las películas infantiles enseñan más de lo que parece a primera vista, las grandes obras como lo es Hamlet transcienden incluso en películas para niños.


Alicia Plumed Herranz 1º BTO

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