jueves, 18 de octubre de 2012

Bécquer (casi en una rima)


En esta primera evaluación, nos vamos a leer Rimas y Leyendas de Bécquer. Y por eso he querido informaros sobre el autor para conocerlo mejor y llevar este libro más trabajado. A mí me sonaba que había escrito muchos poemas famosos como el de "Los suspiros son aire y van al aire":  
“ Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿Sabes tú adónde va?”


¿A que os suena? Pues a mí me pasó lo mismo cuando me enteré que lo había escrito él. O esta que comienza así:


“Tú eras el huracán y yo la alta
Torre que desafía su poder:
Tenías que estrellarte o que abatirme
¡No pudo ser!

Tú eras el océano y yo la enhiesta
Roca que firme aguarda su vaivén:
Tenías que romperte o que arrancarme
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
Uno a arrollar, el otro a no ceder:
La senda estrecha, inevitable el choque
¡No pudo ser!”....

...



    Gustavo Adolfo Bécquer fue hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba como Bécquer por unos antepasados suyos llegados a Sevilla desde Flandes (Bélgica). Nació en esta ciudad andaluza, quinto hermano de una familia de ocho chicos y, siendo aún muy pequeño, quedó huérfano de padre y, poco después, también de madre. Fue recogido por su madrina, doña Manuela Monahay, una mujer muy culta. Después de tener que abandonar los estudios de náutica que había iniciado en Sevilla, se trasladó a Madrid. Allí colaboró en diversas revistas literarias y pasó muchas penurias económicas y de salud. Se enamoró de Julia Espín y Colbrandt, el gran amor de su vida, pero sin ser correspondido. 
 
      Más tarde, se casó con Casta Esteban, con la que tuvo tres hijos, pero el matrimonio fracasó y se separaron, aunque se reconciliarían antes de la muerte de Bécquer. Consiguió algún trabajo estable, pero pronto lo echaron y continuaron con muchos problemas. La muerte de su hermano Valeriano -conocido pintor con el que siempre estuvo muy unido - fue otro duro golpe para él. Murió prematuramente sin apenas ver reconocida su obra y su talento.

     Bécquer parece un hombre que hubiera nacido marcado por la mala suerte, la carencia; por no tener, no tuvo ni tiempo de ver publicadas sus obras, ya que se editaron después de su muerte. A lo largo de su vida se dedicó a la literatura aunque no publicó más que unas cuantas rimas en la prensa de la época.

    Las Rimas de Bécquer son ochenta y siete, en su mayoría, breves poemas de una, dos o tres estrofas, en los que predominan los de cuatro versos, endecasílabos y heptasílabos combinados. La característica más destacada en cuanto a la métrica es que tienen un carácter de poesía culta, pero siguen los cauces de las formas líricas tradicionales en cuanto a rima y brevedad.

     Se ha dicho que las Rimas son la historia de un amor desgraciado. En efecto, los temas dominantes son la búsqueda del tú amoroso y la confrontación y el antagonismo entre el tú de la amada y el yo del poeta. Como aspectos parciales, el tú de la amada se concreta en poemas en los que se canta su belleza, dormida o despierta, aunque también en otros, la mujer fatal, engañadora, cínica o estúpida. El yo del poeta se concreta en poemas en los que aparece ilusionado y enamorado o dolorido, hastiado y decepcionado.


Creo que este libro nos va a gustar mucho, así que… ¡Manos a la obra!



                                                                                  Nuria Latorre Latorre, 4º B

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