lunes, 29 de octubre de 2012

El gato negro (Edgar Allan Poe)


El narrador nos cuenta la historia de su vida ya que al día siguiente va a morir. Desde niño había sido muy bueno y amable y le encantaban los animales. Se casó muy joven y su esposa también compartía su afición por los animales. Tenían un perro, conejos, pájaros, un mono y un gato negro (Plutón). Este le acompañaba siempre incluso durante su enfermedad (alcoholismo) durante la que maltrató al resto de animales e incluso a su esposa, pero con el tiempo el gato se fue dando cuenta del mal humor de su amo. 

      Una noche, cuando volvió borracho a casa, enfadado con el gato, lo cogió y con una navaja le arrancó un ojo. Tras esta atrocidad no tuvo remordimientos, pero un día ató un lazo al cuello del gato y lo colgó de un árbol. Esa misma noche se produjo un incendio en su casa. De esta solo quedó el tabique del cabecero de la cama donde se veía la silueta de un gato con una soga al cuello. 
    Desde que esto ocurrió, estuvo buscando un sustituto para Plutón. Una noche mientras se encontraba bebiendo en un bar, vio un gato negro similar a Plutón excepto por una mancha blanca que este tenía en el costado. Se lo llevó a casa, pero pronto lo empezó odiar. Pero lo que hizo que lo detestará fue descubrir que le faltaba un ojo (como a Plutón).  
    El gato le seguía a todas las partes; un día cuando se disponía a bajar las escaleras al sótano, el gato casi le hizo caer. Él, enfadado, cogió un hacha y se abalanzó sobre el animal, pero la mano de su esposa paró el golpe. El marido, furioso, le clavó el hacha en la cabeza y ella murió en el acto. Sepultó el cadáver de su esposa en un hueco de la pared del sótano y cuando se dispuso a matar al gato (él pensaba que era el culpable de todo lo ocurrido), había desaparecido. 
     Esa noche, por primera vez desde que el gato había llegado a la casa, pudo dormir plácidamente y sin remordimientos, pese al horrible crimen que acababa de cometer. 
       La policía realizó varios registros de la vivienda, pero durante el registro del cuarto día desde lo ocurrido, mientras estaban en el sótano, dio unos golpes justo en el tabique que ocultaba el cuerpo de su esposa ya fallecida y unos horribles aullidos y llantos salieron del interior. Cuando la policía quito los ladrillos, descubrieron el cadáver de la esposa en avanzado estado de descomposición y sobre su cabeza yacía la bestia (el gato negro).

                                                                            Jesús Gómez Pérez, 2º ESO A

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