jueves, 22 de noviembre de 2012

Walter Scott y su novela Ivanhoe

Ahora que hemos terminado de ver el tema del Romanticismo, conviene recordar al escritor que comenzó a dar fama a la novela histórica, Walter Scott.
Walter Scott fue un novelista, poeta, historiador y biógrafo escocés, cuyo trabajo como traductor, editor y crítico, junto con sus novelas y poemas, hicieron de él una de las más prominentes figuras del romanticismo inglés. Nació el 15 de agosto de 1771 en Edimburgo. Trabajó como abogado y, más adelante, como secretario judicial, actividad que le dejaba mucho tiempo libre para escribir. Poseía un amplio conocimiento sobre leyendas y las baladas medievales que le ayudaron mucho a la hora de escribir sus obras. Sus traducciones de romances góticos alemanes, en 1796, le crearon una cierta reputación como traductor, que aumentó cuando publicó su edición de las baladas Juglaría de la frontera escocesa, entre 1802 y 1803. 
 
     Su primer poema extenso, El canto del último juglar (1805), obtuvo un notable éxito, y después de él escribió una serie de poemas narrativos románticos, de la que forman parte Marmion (1808), La dama del lago (1810), Rokeby (1813) y El señor de las islas (1815). En 1813 fue propuesto como poeta laureado de Inglaterra, pero rechazó el ofrecimiento, y recomendó a Robert Southey para que recibiera ese honor. Aparte de las traducciones de poetas extranjeros, realizó también ediciones de poetas ingleses, como la de los escritos de John Dryden, en 1808, y en 1814 las del autor satírico Jonathan Swift.
     Poco a poco su fama como poeta fue decayendo, así que comenzó a dedicarse a la novela. Rápidamente obtuvo un gran éxito debido a su indiscutible talento como narrador, su dominio del diálogo, su aguda observación de la sociedad y sus vivos retratos de gitanos, bandoleros y titiriteros. Se dedicó mayoritariamente a escribir novelas históricas, y de entre ella cabe destacar la obra de Ivanhoe. Es una de sus obras más conocidas y fue escrita en el años 1819. Está ambientada en Inglaterra durante el sigo XII, en la época medieval. Su protagonista es Wilfredo de Ivanhoe, un joven y valeroso caballero. En este libro Scott imagina para los lectores un juego de escenas, personajes y batallas que nos posibilitan vivir una Edad Media de ensueño. 
 
     Ivanhoe relata la enconada lucha de un hombre para restablecer su buen nombre y de paso el de la corona. La acción acontece en una época compleja, en tiempos de Cruzadas, de encarnizadas luchas entre dos pueblos antaño hermanados, el sajón y el normando, donde el príncipe Juan sin Tierra planea coronarse rey, aprovechando que Ricardo Corazón de León se encuentra luchando en las Cruzadas. Ricardo necesitará la ayuda de un caballero valeroso y ducho en el campo de batalla, y ese será Sir Wilfred de Ivanhoe.
     Esta novela, como las de Scott (Rob Roy, Waverley, El pirata o El talismán), tuvo una influencia considerable en la novela histórica española, como en el caso de El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco, tal y como vimos en clase estos días. Así, muestra los rasgos típicos del romanticismo, como la vuelta a la Edad Media (algo idealizada), los héroes rebeldes y solitarios y los amores imposibles.
       Sobre este libro también se hizo una película en el año 1952, dirigida por Richard Thorpe. Está protagonizada por Robert Taylor, Elizabeth Taylor, Joan Fontaine y George Sanders. Obtuvo bastante éxito y fue nominada tres veces a los premios Óscar pero no obtuvo ninguno. Aquí os dejo el tráiler :
 
 
                                                                                      Leonora Ivova, 4º ESO A
 

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