Carla Royo Planas, de 1º de bachillerato, nos envía esta información sobre la novelaTwist, de Harkaitz Cano. El primer capítulo está dedicado a narrar la experiencia de un personaje que trata de liberarse de su enterramiento. Este escritor recibió con esta novela el Premio Nacional de la Crítica y más importante del País Vasco, el Premio Euskadi de Literatura 2012.
La obra se construye alrededor del personaje de un escritor, que no puede olvidar a dos amigos desaparecidos 20 años atrás después de ser secuestrados y torturados. El peso de las dudas sobre su paradero le empuja a tratar de vivir como si fuera ellos, huyendo de sí mismo para encarnar la existencia de los que ya no están junto a él. Cano ha logrado insertar “una gran dimensión poética” en una obra en prosa que mezcla ficción y realidad, y ha construido la novela sobre los ejes de la amistad y la culpabilidad.
Cano nació en Lasarte-Oria el 4 de agosto de 1975. Con 14 años finalizó sus estudios en la Ikastola Landaberri de su localidad natal, y comenzó a estudiar el bachillerato en San Sebastián, en el Liceo Santo Tomás. Su afición por la lectura y los libros le viene de pequeño. Siendo un niño, escribía cuentos en una cartulina, adornados con dibujos, para regalarlos en los cumpleaños. En su casa disponía de una amplia biblioteca de la que el joven Harkaitz fue dando buena cuenta a medida que crecía. Parecía natural que ya en sus primeros años de escuela se ganase el apelativo de “buen escritor”. Sin embargo, esta vocación no quedó en una simple anécdota infantil, sino que la desarrolló hasta convertirse en uno de los escritores vascos más importantes del panorama actual.
Cano nació en Lasarte-Oria el 4 de agosto de 1975. Con 14 años finalizó sus estudios en la Ikastola Landaberri de su localidad natal, y comenzó a estudiar el bachillerato en San Sebastián, en el Liceo Santo Tomás. Su afición por la lectura y los libros le viene de pequeño. Siendo un niño, escribía cuentos en una cartulina, adornados con dibujos, para regalarlos en los cumpleaños. En su casa disponía de una amplia biblioteca de la que el joven Harkaitz fue dando buena cuenta a medida que crecía. Parecía natural que ya en sus primeros años de escuela se ganase el apelativo de “buen escritor”. Sin embargo, esta vocación no quedó en una simple anécdota infantil, sino que la desarrolló hasta convertirse en uno de los escritores vascos más importantes del panorama actual.
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