miércoles, 7 de noviembre de 2012

Amelie


     Amelie era una niña normal y corriente, salvo que tenía que estudiar en casa ya que su padre creía que tenía problemas cardíacos debido a la rapidez con la que latía su corazón. A falta de compañeros de curso, Amelie crea su propio amigo, su pez. Más tarde Amelie se queda sola ya que su padre tira al río a su pez. La madre de Amelie muere y esto afecta demasiado a Amelie quedándose sola con su padre, quien luego del trágico accidente se aleja cada vez más de su hija, haciendo que esta al cumplir la mayoría de edad deje su casa. 
      Amelie trabaja como camarera en la ciudad. Los fines de semana visita a su padre. Debido a que sus emociones y sentimientos son muy distintos al resto de las personas, Amelie no tiene novio, pero logra placeres con cosas muy simples como por ejemplo meter los dedos en un saco con granos o lanzar piedras en el río. Un día encuentra dentro de su casa una pequeña caja que contenía recuerdos del antiguo propietario de su piso. Al encontrarlo le entrega su caja de recuerdos y de repente encuentra un álbum lleno de fotos hechas por fotomatones. Desde ese momento su vida será el buscar hacer felices a los demás, ayudarles a superar sus traumas, a resolver sus problemas, de manera anónima, silenciosa, como si fuese su hada buena... Así, con la alcohólica portera de su edificio que sufre desde hace décadas del mal de amor al ser abandonada por su marido, una estanquera hipocondríaca, un cliente celoso y patológico, un vecino anciano que pinta todos los años el mismo cuadro de Renoir, un joven tendero retrasado y acomplejado y a su propio padre.

      Nino es el propietario del álbum de fotos; como los demás, él será "salvado" de su obsesión por recoger las fotos desechadas que encuentra en los fotomatones y reconocer a un hombre que aparece con frecuencia, pero a la vez será él quien "salve" a Amelie. Al enamorarla, le hará ver que ella es como los demás, que también necesita ser ayudada. Amelie prefiere conocer a Nino en un encuentro casual en vez de una presentación directa. Lo intenta varias veces sin éxito hasta que decide hacer un recorrido por todo el parque de atracciones hasta llegar a ella. Amelie acaba en los brazos de Nino con un beso muy sutil.
        En mi opinión es una película muy bonita, no solo porque cuente la historia de Amelie, si no porque cuenta muchas otras historias, como la del padre de Amelie que se dedica a pintar un gnomo y lo coloca con las cenizas de su esposa. Un día Amelie decide secuestrar al gnomo y le dice a una azafata que lo lleve consigo en cada viaje y le mande una foto del gnomo a su padre con cada lugar visitado. Otra, entre muchas, es la historia de su vecino gruñón y malvado; ella decide entrar a su casa sin que él se dé cuenta y gastarle una serie de bromas como cambiarle la crema de dientes por la de los pies, o cambiar todo su marcador de llamadas automáticas.
 
     No es solo una película de amor, ya que al principio ni se conocen, si no que es una película que concentra varias historias. Yo la recomiendo ya que es una película en la que te ríes con bastantes momentos y muy buena para verla una tarde en la que no tienes que hacer nada o está lloviendo. Os dejo con el tráiler:


                                                                    Ada Fuertes Latorre, 1º de bachillerato 

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