miércoles, 20 de marzo de 2013

Antonio Castellote y Otoño ruso


Varios alumnos de 1ºBachillerato hemos leído Otoño Ruso, de Antonio Castellote y os la recomiendo de veras. Esta novela está ambientada en Teruel y Alfambra y trata de una familia rusa que había venido a España en busca de trabajo y de una familia de Teruel que podríamos denominar como bien asentada y pija. Estas familias, por unas razones y por casualidades, se van relacionando y esto provocará una serie de acontecimientos repletos de celos, envidias, amor y odio. La novela es muy intrigrante, sobre todo el final, y os la recomiendo; además, es fácil de leer y amena, pues trata de gentes próximas y lugares cercanos, que a todos nos suenan.
Su autor es Antonio Castellote (Teruel, 1965), que trabaja como profesor de Lengua y Literatura en un instituto de Madrid. Entre los años 2005 y 2009 colaboró como folletinista con el Diario de Teruel, en cuyas páginas se publicaron cinco novelas por entregas: Fabricación Británica, Los ojos del río, Una flor de hierro, Otoño ruso y La enfermedad sospechosa. En la primera de ellas (publicada como libro por la editorial Certeza en 2007) eligió el Maestrazgo como territorio de ficción, así como en la novela corta Los toros en invierno, incluida en Geórgicas (Certeza, 2009). Se trata de un lugar que ha vuelto a recorrer con su premiada Caballos de labor, reciente Premio de Novela Corta del Maestrazgo 2012.
Retrato del escritor realizado por el pintor turolense Pascual Berniz


Entre otros ha escrito el guión de El tiempo en la maleta, sobre la emigración de gente de Villarquemado a Canadá. Lleva también el blog Bernardinas, dedicado a temas literarios y desde donde se pueden leer algunas de sus novelas.

En sus libros hace alusión a a estas nuestras zonas y en una de sus novelas, Caballos de Labor, hace referencia a un gran personaje como es José Antonio Labordeta. Sitúa a Labordeta como principio y fin de una época y comienza con uno de sus primeros conciertos en 1975 donde cantaba versos llamando a la libertad y al esfuerzo para salir adelante, que enorgullecían a esos jóvenes que salían del pueblo hacia la ciudad para triunfar. Acaba en 2010, con la muerte del cantautor y con la vuelta de muchas personas al pueblo por culpa de esta crisis y sintiendo haber fracasado. Está ambientado en Villarluengo y otros lugares del Maestrazgo.

                                                      Ignacio Tortajada Latorre, 1º de bachillerato

martes, 19 de marzo de 2013

Matemáticas...otra vez

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña...Esta vez le toca al libro de Matemáticas, en el que Andrea Cebrián, de 2º ESO A, ha descubierto un error que no podemos dejar de subir a este blog. Ahí va (pincha en la imagen para verlo):

 

lunes, 18 de marzo de 2013

Underwood girls


Estos días en clase hemos estado viendo a unos importantes y destacados escritores, los de la Generación del 27. Uno de ellos es el poeta Pedro Salinas, del cual leímos un poema titulado "Underwood Girls", recogido en Fábula y signo (1931) que trata sobre las letras de una máquina de escribir de esa marca. Es divertido e irónico y lo hemos relacionado también con una célebre pieza musical en la que la máquina de escribir es el principal "solista". Os dejo con el vídeo y el poema:



Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas, aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas, y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula, como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco a blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

                                                                                   Antonio Guillén, 4º ESO B

domingo, 17 de marzo de 2013

Marianela (Día II)

Seguimos con la lectura de Marianela y con los resúmenes de la obra con pistas que, a juicio de algún anónimo colaborador del blog son largos...Si supieran lo que les espera para hoy...Bueno, que ahí van, para vuestro solaz y nuestro descanso y también para evitar que sigáis aporreando f5:


Día II:

Comienza este segundo día de lectura con el capítulo 9, dedicado a los Golfines, que, como ya sabes a estas alturas, son los dos hermanos que partieron desde la humildad y el esfuerzo hasta llegar a adquirir un buen trabajo y una posición social. Uno de ellos, además, está casado con la promesa del canto Sofía, que ameniza las veladas de las gentes de Socartes con su voz prodigiosa. De Teodoro, el mayor, se nos dice que fue médico antes que Carlos ingeniero. Se destacan sus cualidades positivas (“es un león negro”) y se hace un canto al trabajo y el esfuerzo. Está soltero y su visión sobre el matrimonio es sumamente interesante, sobre todo si la comparamos con la de Galdós. Pero quien se “come” el capítulo es Sofía, la mujer de Carlos, dedicada a obras benéficas llamativas y públicas mas incapaz de ver y ayudar a alguien que realmente lo necesita, como Nela. Siempre preocupada por su perro Lili, al que colma de caprichos y cariños, su filantropía es atacada por Teodoro –en una diatriba que se parece a las de Pepe Rey, protagonista de Doña Perfecta, esa masterpiece que seguramente leeremos al año que viene (o tal vez será Miau...): “Todo eso solo me prueba las singulares costumbres de una sociedad que no sabe ser caritativa, sino bailando, toreando y jugando a la lotería […] Pero tú y tus amigas rara vez os acercáis a un pobre para saber de su misma boca la causa de su miseria, ni para observar qué clase de miseria le aqueja, pues hay algunas que no se alivian con la fácil limosna del ochavo…, ni tampoco con el mendrugo de pan…”. Como veis, Teodoro no tiene pelos en la lengua, ni con su cuñada. Además, Sofía pronunciará una de esas frases que podrían preguntarse en el examen y que, de haber justicia, haría que aquella –Sofía- fuese al paredón, en una muestra de inconsciencia y simpleza: “Y yo me pregunto: ¿para qué permite Dios que tales criaturas vivan?...Y me pregunto también: ¿qué es lo que se puede hacer por ella? Nada….”. Por otro lado, también se realiza un estudio sobre Nela como si fuera parte de una época anterior, mezcla de “candor y salvaje rusticidad”. Quizás convenga revisar este capítulo por la visión que se expone de la beneficencia y la filantropía, sobre todo para cotejar dos visiones antagónicas sobre este asunto como son la de Sofía y la de Teodoro. Por cierto, fíjate en el gesto de sacar la espina del pie de Nela en las dos últimas páginas, y que es altamente significativo: Teodoro ayuda, no muestra compasión o se apena. Sofía queda a los pies de los caballos como personaje: preocupada por Lili e ignorante de Nela. 

Cartel de una de las adaptaciones
     El capítulo 10 sirve para explicar los orígenes de los dos hermanos que antes mencionábamos. Aunque suene la narración que Teodoro hace algo hagiográfica y excesiva, resulta conmovedor ver cómo a través del esfuerzo, el trabajo y el ahorro ha llegado hasta su actual posición social. Se trata de un self-made man, o sea, un hombre hecho a sí mismo, desde abajo y en quien un tal Celipín verá un espejo y modelo, aunque quiera llegar por algún atajo y luego los resultados no sean los esperados, como veremos en El doctor Centeno y Tormento, novelas en las que también aparece. Hay alguna alusión que a los lectores de Galdós les suena, como ese "coronel retirado, que me enseñó matemáticas elementales", aunque no nos vamos a poner estupendos que a estas alturas más de uno estará preguntándose dónde demonios están las pistas. Bien, pues algo sobre la trayectoria vital de Teodoro podría ser preguntado en el examen.
         Con el capítulo 11 nos encontramos con más detalles de la vida de Socartes. Esta vez le toca al "patriarca de Aldeacorba", don Francisco de Penáguilas, papá de Pablo y hombre acaudalado y respetado. Asistimos a la conversación entre este y Teodoro a cuenta de la posible operación que devolvería la vista a su hijo, quien además es bien ponderado por su padre ante el médico: "Sus cavilaciones no acaban nunca. Yo me asombro de oírle y del meollo y agudeza de sus discursos. Creo que su sabiduría está llena de mil errores por la falta de método y por el desconocimiento del mundo", aunque sostenga afirmaciones como que la Nela es bonita y su padre lo reconvenga enseguida, delante de ella si es preciso. Pero no es un mal hombre: quiere la felicidad de su hijo y asegurarse la descendencia, traspasar su fortuna (y la que acaba de heredar) y poder así morir en paz. En fin, que cual Pleberio muestra una preocupación monetaria, pero con más amor y caridad. Prestad atención a cómo explica Teodoro la operación, porque no tiene desperdicio.
      En el capítulo 12, titulado significativamente "El doctor Celipín", se centra en el pequeño de la familia Centeno. Vemos cómo este idealiza a Teodoro -que es, no lo olvidemos, un modelo de conducta y un ejemplo de lo que se debería ser-, aunque Celipín quiera llegar hasta donde se encuentra Teodoro (buena posición social, consideración, trabajo, conocimiento y respeto) mediante algún camino más corto. De hecho, en la conversación con Nela prima la imagen y la petulancia sobre el conocimiento y la ciencia adquiridas: (página 147 de la edición de Cátedra). Claro que, ante esto, la cándida y frágil Nela no puede sino decir lo que acostumbra, aunque Celipín le ofrezca irse con él a Madrid: "¡Qué bobo eres! Yo no sirvo para nada. Si fuera contigo sería un estorbo para ti". El último párrafo con el que concluye el capítulo extrae los sueños del inocente Celipín, sus ansias de triunfo, sus "delirios de grandeza"...
           Seamos un poco más escuetos con el capítulo 13, que nos empiezan a pitar los oídos. Nela es una joven para quien la persona de Dios representa el respeto y la de la Virgen María el cariño, la bondad. En su particular refugio entre dos cestas habla con la Virgen (luego un tal Luisito hará lo mismo en Miau, pero esa es otra historia...) y así nos enteramos de su desesperado amor hacia Pablo, que sabe que  terminará en cuanto él vea. Comprendemos con los pensamientos de Nela lo que sucederá en los últimos capítulos y esto puede ser otra posible pregunta para el examen: ¿Qué imagen tiene Nela de sí misma y cómo lo sabe el lector? También se podría poner un fragmento y localizarlo...En fin, algo se nos ocurrirá.
         La "aparición" de la Virgen María en el capítulo 14 supone un mazazo para Nela, y no porque esto sea de verdad, sino que más bien es en sentido metafórico (es Florentina, la prima de Pablo y "rival" de Nela). Antes de que esto suceda, habrá tiempo para que Señana le dedique algún piropo ("Ven a lavarte esa cara de perro") y que la contemplación de Florentina deje a la pobre Nela anonadada y confusa, aunque hay algo humano en ella, pues coge moras de zarza. Total, que luego, unos años después, un tal Juanito Santacruz estará igual de estupefacto y sorprendido ante una bella joven que come un huevo crudo, aunque esa es otra historia y nos estamos yendo por las ramas. Peor parado en su descripción sale el padre de Florentina, don Manuel, un ricachón petulante y engolado con ínfulas de nuevo rico. Su hija, en cambio, es más cercana y quiere ayudar a Nela, aunque a su padre no le haga mucha gracia.

Don Benito, quién sabe si con Choto
  El capítulo 15 nos muestra a Florentina como una persona algo cándida, mas bondadosa y próxima a los necesitados: "Soy partidaria de que haya reparto y de que los ricos den a los pobres todo lo que tengan de sobra". Quiere ayudar a Nela, adoptarla, aunque detrás también esté el derecho de Nela a elegir sobre su destino (parece que eso no importa). Sin embargo, lo que de verdad nos conmueve es la afirmación de Pablo en la que sugiere que su prima "debe ser algo bonita", y es que, ante eso, Nela romperá a llorar desconsoladamente. Además, se entera -ya lo sabía- que seguramente habrá boda con ella si él logra recobrar la vista. Ay, pobre Nela...
     Con el breve capítulo 16, la Ciencia, a través de Teodoro Golfín, obrará el milagro, pues se dan esperanzas de curación. Más allá de esto, hay que fijarse en la reacción de la familia Centeno ante el anuncio de que la Nela se irá a vivir con Florentina: "Absorta se quedó al oír estas palabras la señora de Centeno, así como la Mariuca y la Pepina, y no se les ocurrió sino que a la miserable huérfana abandonada le había salido algún padre rey o príncipe, como se cuenta en los romances". Sería interesante ver cuál es la opinión de Florentina sobre los pobres -su promesa de recoger a uno si su Pablo recobra la vista-, porque plantea el dilema de la filantropía y la caridad. Creemos que Florentina es buena y pura, pero hay algún aspecto en este capítulo que merecería más análisis. Termina el capítulo con la noticia de que Pablo ha sido operado y por fin ve, así como una interesante analogía entre Dios y Teodoro, el hacedor del milagro, otro punto que se puede añadir en el retrato del médico. 
     "Fugitiva y meditabunda", título del capítulo 17, ofrece un contraste entre la felicidad por la noticia de la curación de Pablo, con un banquete para los que trabajaban en la mina, y la soledad y desesperación de Nela, que sabe que con esta sanación su amado ya no tendrá ojos para ella (es un chiste fácil, pero es así). Lo que interesa es la firme decisión de ella de largarse de allí, seguramente en compañía del resuelto Celipín, amén del consabido lema que la acompaña: "Huiré con Celipín, o me iré con mi madre. Ahora yo no sirvo para nada". Es interesante comparar la ilusión e inconsciencia de Celipín con la desesperación y abandono de Nela. A ello hay que añadirle el encuentro con Florentina, que ya anticipa lo que va a suceder y que es más o menos claro: parece que Nela se deja morir. Si es enfermedad -se habla de una meningitis fulminante después- o si es que ella se abandona y muere es algo de lo que hablaremos más adelante. También sería interesante que os fijarais en la metáfora de las mariposas del final del capítulo -frágiles y de vida efímera-, aunque lo dejamos de momento.
     La huida de Nela ocupa el capítulo 18, que se produce junto al intrépido y varonil Celipín, el "futuro Hipócrates". Pero este viaje no dura nada: ella no quiere irse y ha tomado una decisión. Celipín seguirá su camino ("la sociedad había ganado un hombre") y ella desaparece entre las sombras de la noche. Del suicidio la salvarán Golfín y Choto, el perro, pues ella se dirigía hacia la negra boca de la Trascava. A estas alturas de la novela ya está todo vendido, pero hay que dejarlo bien preparado: sabemos que Nela va a morir -ya lo ha intentado- y que Florentina y Pablo terminarán juntos, así que pasemos a los últimos capítulos.
      El capítulo 19 ofrece el encomiable esfuerzo de Teodoro por reconducir la vida de Nela y dotarla de sentido, a través de la educación y su guía. Por cierto, Teodoro tampoco es indiferente a las virtudes de Mariuca y Pepina, como vemos en su diálogo con Nela. Todo explota cuando ella reconoce que, en efecto, se alegra por Pablo, pero que tras el éxito de la operación, ella no sirve para nada: "¿Para qué sirvo yo? ¿Para qué nací?...¡Dios se equivocó! Hízome una cara fea, un cuerpecillo chico y un corazón muy grande. ¿De qué me sirve este corazón grandísimo? De tormento, nada más". Teodoro insistirá en reconducir ese amor a través de la instrucción y la educación, pues sabe que de Nela, de su imaginación y candidez, puede hacerse una persona buena, útil para la sociedad que antes la ha despreciado. Total, que el diálogo entre ambos podría ser una pregunta de examen también -si habéis llegado hasta aquí- y habría que fijarse, de nuevo, en la metáfora de la mariposa.


Mina asturiana
    Vamos terminando. El capítulo 20 contiene un detalle altamente significativo: tras la operación Florentina es la primera a la que Pablo ve, antes de Nela. Descubre la realidad y sigue preguntando por su lazarillo (Nela), quien no aparece y de la que no se sabe nada. El capítulo 21 nos vuelve a ofrecer alguna pincelada de don Manuel, el padre de Florentina, como un hombre demasiado preocupado por la imagen social y porque su hija no cosiera (lo consideraba un desdoro), que para eso estaban las modistas. Es el nuevo rico que olvida demasiado pronto lo más elemental: la humildad. Hay que fijarse también en lo que opina él sobre Nela y los pobres: le interesa más hacer una solemnidad, una fiesta, para recaudar dinero, que ayudarla. Ante este impresentable tendremos a Teodoro, con una de esas frases que se pueden pedir comentar: "(Nela) Es un ejemplo del estado a que vienen los seres moralmente organizados para el bien, para el saber, para la virtud, y que por su abandono y apartamiento no pueden desarrollar las fuerzas de su alma. Viven ciegos de espíritu, como Pablo Penáguilas ha vivido ciego del cuerpo teniendo vista". Ante la tesitura de quedarse con Florentina y Pabl o bien irse con Teodoro y comenzar una nueva vida, Nela decidirá a este último como mentor. El momento en el que por fin conozca a Nela es muy emotivo. Enseguida Nela irá perdiendo la vida, que se le escapará por su pequeña boca. Sus ojos mirarán lejos, su respiración será más débil y la muerte le llegará. Teodoro certificará con emoción su desaparición: "...es la realidad pura, la desaparición súbita de un mundo de ilusiones". 
     Concluye la novela con el breve capítulo 22, una especie de epílogo en el que se muestra el irónico destino de Nela, a la que en vida se negó todo y que recibió unos funerales con pompa y boato. Triste final para quien amó con locura a Pablo. De lo de la lápida y los viajeros extranjeros lo dejamos para otra vez, aunque es clara la alusión, además de lo que dice Joaquín Casalduero en las notas, a esos viajeros extranjeros como Richard Ford o Washington Irving que estuvieron por estas tierras...En fin, que lo siguiente será el libro que se promete a Celipín.
Vale.

sábado, 16 de marzo de 2013

Marianela (Día I)

Nos saltamos nuestra habitual puntualidad en esto de las entradas del blog para hacer una excepción con Galdós y su Marianela (autor que puede entrar y salir de este blog cuando le dé la real gana, que para eso es quien es y ante quien nos ponemos de hinojos siempre que se le nombra), que serán objeto de examen la próxima semana para nuestros queridos alumnos de 4º de ESO. Sabemos que estarán ahora pulsando la tecla f5 constantemente, para ver si nos hemos decidido a subir los resúmenes con pistas que prometimos, así que no vamos a fallar (esta vez). Se trata de resúmenes comentados, medianamente apañados, no de un estudio sistemático, riguroso y filológico, que hemos dividido en dos días o jornadas de lectura. Mucho nos tememos que hay que leérselos enteros para sacar alguna pista o posible pregunta para el examen...
No os olvidéis que los temas de la novela, de acuerdo a Joaquín Casalduero, son la ceguera de Pablo y su cura; la relación sentimental entre este y Nela; la sátira de la filantropía (a través del personaje de Sofía); el acercamiento al pueblo y una visión de la cruel injusticia social. Hay otros aspectos relativos a la Historia, a Comte y otros señores que no vamos a analizar, que si nos tomarán por desaprensivos. Aquí os dejamos con el primero de los resúmenes:


Día I:

      Comienza la novela con el errante caminar de un personaje clave en la novela: Teodoro Golfín, del que se nos ofrece una atinada descripción en las primeras páginas y se le muestra cercano a un “sabio despistado”. Sus dudas y vacilaciones ante el paisaje frente al que se encuentra ocupan las primeras páginas. Es un hombre de ciencia, que habla solo en largos parlamentos y que trata de buscar una respuesta ante el mundo. En el primer capítulo también asistimos a la descripción de algunos de los lugares de la novela y al encuentro entre Golfín y un joven ciego que, paradojas de la vida, logra que el hombre de ciencias no se pierda entre la negrura del lugar. Este joven es Pablo. Se hace alusión también a Nela –su lazarillo-, que es quien da título a la novela.  
      Continúa en el segundo capítulo con la descripción de las minas, un lugar inhóspito, feo y teñido por el color negro, con un nombre poco halagüeño: la Terrible. Galdós suele emplear nombres con una alta carga simbólica en sus novelas como, por ejemplo, Villahorrenda (u Orbajosa) en Doña Perfecta. Sorprende el conocimiento del terreno que muestra Pablo en su periplo por las minas, sobre todo si tenemos en cuenta las tinieblas en las que vive por su ceguera. Interesa prestar atención a una de las últimas páginas de este segundo capítulo, en la que se alude a la explotación de la tierra –la mina- y conocemos, por fin, a Marianela, cuya voz y canto sorprenden gratamente a Teodoro. Será ella la que guíe al doctor a las oficinas de la compañía, donde alguien le espera. 

      Hay que fijarse también en la descripción de Marianela (o Nela) en el diálogo con el que principia el tercer capítulo: no muy agraciada, con un halo de tristeza y acogida en casa de la familia del señor Centeno, el capataz de ganado de las minas. De esta peculiar familia nos encargaremos dentro de poco, pues no tienen desperdicio y en las descripciones de los distintos miembros que la componen expone Galdós su maestría en la descripción, amén de una fina veta humorística (algo cruel, todo hay que decirlo). Por otro lado, la pobre Nela vive algo engañada con respecto a sus orígenes: ni su madre se fue a criar a Madrid ni su padre trajo la luz a Villamojada. Será Nela la que mencione al padre de Pablo, don Francisco Penáguilas, “un caballero muy bueno y muy rico que vive en las casas de Aldeacorba”, según afirma la joven. Además, Nela dirá una de esas frases que enternecen al lector: “No, señor. Si yo no sirvo para nada” y que casi es una declaración de principios. Al final del capítulo se produce el encuentro entre Teodoro –la Ciencia- y su hermano Carlos –la Industria-, tras haber acompañado Nela al primero hasta la casa del segundo.
        La familia Centeno es el asunto central del cuarto capítulo y en este se confirma lo que ya intuíamos: “que ella, Marianela, no servía más que de estorbo”. Conviene prestar atención, de nuevo, a la descripción de la familia, pues casi ninguno sale airoso de la afilada y aguda visión de Galdós. Así, las dos hijas, Mariuca y Pepina (“Las dos hembras […] no carecían de encantos, siendo los principales su juventud y robustez”…y además roncan), y el hijo mayor, Tanasio (“tan imposibilitado de piernas como de ingenio”), son personajes descritos de manera sarcástica y burlesca. De entre los hijos, solo se salvará el joven Celipín, pero de él hablaremos luego. Antes hay que ocuparse de Nela: durante sus años en la casa ha vivido en diversos rincones de la casa, hasta asentarse definitivamente en una cesta. Come en una escudilla y solo cuando se acuerdan de ella. Será Celipín, como decíamos más arriba, el único miembro de la familia Centeno con el que Nela tendrá alguna amistad, pues ni la madre –Señana- ni el padre –Sinforoso- le prestan atención. Celipín destaca por su deseo de aprender, ir a la escuela y estudiar (¡pobrecico!). Entre ambos se establece amistad y comprensión, pues los dos son marginados en la casa (Celipín duerme en la cocina, junto a los fogones): “No somos gente, sino animales”, dirá él. También hay espacio para las digresiones y opiniones del autor sobre el carácter y la situación social de las gentes de las aldeas (página 82, en la edición de Cátedra, que es la que tenemos delante). Sobre los padres –Señana y Sinforoso- Galdós despliega su ironía y mordacidad: poco aficionados a las tareas intelectuales, excesivo apego al dinero y al trabajo y dominio y gobierno de la madre sobre los demás miembros de la familia. Además, esta última practica una hipocresía que veremos en otros personajes de la novela más adelante: “Señana se lo daba, creyendo firmemente que su generosidad rayaba en heroísmo […] ¡Qué bien me gano mi puestecico en el Cielo!” 
      El capítulo 5 comienza con pinceladas de narrativa centrada en la industria y las máquinas, algo farragosas y que sirven para elogiar y mostrar la importancia de la Industria como motor y fuerza de la sociedad. Así, destacará la descripción sobre las casas de la barriada de Aldeacorba, mediante personificaciones (páginas 90-91, en la edición de Cátedra) y que son la antesala a una descripción elogiosa de Pablo: “Su edad no pasaba de los veinte años; su cuerpo, sólido y airoso, con admirables proporciones construido, era digno en todo de la sin igual cabeza que sustentaba”. También conocemos la historia de su padre, don Francisco Penáguilas, así como el origen de su fortuna y la pérdida de su esposa. Hay que fijarse en la devoción y esmero con que el padre se encarga de la educación de su hijo: “No quiero que mi hijo sea ciego dos veces.” 

     Los capítulos 6, 7 y 8, titulados significativamente “Tonterías”, “Más tonterías” y “Prosiguen las tonterías”, nos ofrecen momentos de la relación entre Pablo y Nela, en la que esta última se muestra como enamorada y admiradora rendida de su querido Pablo. Ella es inocente, tierna, juguetona y se deja llevar por su imaginación. Y Pablo se compadece de ella, le ofrece su ayuda –y la de su padre-, porque quiere que aprenda a leer. Sabe que es esa la manera de canalizar las bondades del alma de Nela: “¡Qué lástima tan grande que vivas así! Tu alma está llena de preciosos tesoros. Tienes bondad sin igual y fantasía seductora. De todo lo que Dios tiene en su esencia absoluta, te dio a ti parte muy grande.” Concluye el capítulo 6 con una frase de esas que se puede pedir que se expliquen en el examen (ya lo hicimos en clase): “-Dime, Nela, ¿y cómo eres tú? La Nela no dijo nada. Había recibido una puñalada”.
      El capítulo 7 contiene una conversación entre Pablo y Nela, en la que se destaca la formación intelectual del primero: su concepción del mundo es opuesta a la de Nela, pues a la imaginación de ella se enfrenta el estudio y la racionalidad de él. Será el momento en el que al final del capítulo asistiremos al ansiado encuentro entre Teodoro y Pablo, pero eso ya es harina de otro costal. Hay algún detalle sobre la marginalidad de Nela, sobre su condición de paria en el mundo de las minas, como vemos cuando llega a casa del señor ingeniero y de su hermano (últimas líneas del capítulo). 
      El capítulo 8 es el del conflicto entre realidad e imaginación, entre lo que es Nela y lo que quiere y desea. Ella sabe que si se cumple esa remota posibilidad de recuperar la vista que le han concedido a Pablo muy posiblemente ya no la querrá. La candidez e inocencia con que es tratado el sentimiento amoroso chocará con la realidad de capítulos posteriores.

Hasta ahora hemos visto la presentación de los principales personajes, aunque aún nos falta saber la historia de los dos hermanos Golfín (o "Gold" "Find", que es como uno de ellos piensa que suena su apellido). A ellos y a la historia de Nela nos dedicaremos en breve.

viernes, 15 de marzo de 2013

Peor imposible

Nos envía Carla Royo, de 1º de bachillerato, este cartel que contiene más faltas que palabras. Ahí va:


También nos adjunta una información sobre García Márquez, que es un habitual de estos pagos:

El cumpleaños número 86 del destacado escritor colombiano, Gabriel García Márquez, será motivo de presentaciones de libros, conciertos, proyecciones de cine, lectura y conferencias que celebran al ganador del Premio Nobel de la Literatura (1982).

Las actividades que se realizan en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario, de Recoveco, Sinaloa, buscan celebrar a García Márquez, quien ha donado a la biblioteca de esta institución más de tres mil libros.

Mañana se festejará el nacimiento del escritor con la lectura de fragmentos de "Cien años de soledad", los cuales serán traducidos al yoreme.

Actualmente el escritor radica en la Ciudad de México y se ha retirado de la mirada pública.

jueves, 14 de marzo de 2013

Literatura rusa

El otro día, hablando en clase, nos aparecieron unas referencias a la literatura rusa del siglo XX. Fran Tortajada, de 4º ESO B, nos ha preparado esta información. Ahí va:

Lo primero para entender esta literatura rusa -de después de la Segunda Guerra Mundial- hay que ponerse en situación, pues comienza en el año 1953 con el fallecimiento de Jósif Stalin, un hombre un poco peculiar y termina con el fin de la primavera de Praga.
Esta literatura se caracteriza por la renuncia del socialismo y la vuelta de los valores morales de la persona, tanto como por psicología interna muy fuerte. Según si era poesía o prosa tomo un poco diferentes caminos aunque no estaban muy separados. 


Un clásico con polémica y censura
       En poesía estaba la poesía de los estadios poesía de profundo cambio especialmente dedicada a los jóvenes la escribía por ejemplo Yevgueni Yevtushenko. También estaba la poesía con guitarra que hablaba del amor en las ciudades y le quitaba hierro a la situación en Rusia y por último los poetas bajos que la dedicaban a las aldeas.
    En prosa El destino de un hombre (Sudbá cheloveka) de Mijaíl Shólojov, Vida y destino (Zhizn y sudbá) de Vasili Grossman fueron una nueva corriente muy importante y se escribieron estas grandes obras.
    También son muy importantes las novelas de la guerra de la patria. Yuri Bondarev fue su máximo escritor, plantearon la cuestión del precio de una sola vida humana durante la guerra entre los montones de víctimas y pérdidas, se dirigieron a los valores humanos y estudiaron los entresijos del decaimiento moral de un hombre por las condiciones inhumanas de la guerra.  Y de paso la ciencia ficción tomo un papel protagonista con autores como Iván Yefrémov .
     En resumen, un gran periodo de la literatura rusa un poco olvidada.





miércoles, 13 de marzo de 2013

Recuerdo de Cernuda

La lectura de un poema de don Luis Cernuda en clase nos ha traído una semblanza preparada por Sergio Hernández, de 4º ESO B, que ahora os mostramos. A ella le añadimos un poema de don Luis que a nosotros siempre nos ha gustado y añadimos, para aquel que quiera una biografía sosegada, exhaustiva y completa, la recomendación de la lectura de la biografía preparada por Antonio Rivero Taravillo en dos volúmenes dentro de la la editorial Tusquets y que tantos buenos ratos nos dio hace ya un par de veranos.

Segundo volumen de la biografía
    Luis Cernuda Bidón fue un destacado poeta y crítico literario español, miembro de la llamada Generación del 27. Su educación fue rígida e intransigente debido al carácter y a la condición militar de su padre. En 1927 publica su primer libro lírico, Perfil del aire en la imprenta malagueña de Prados y Altolaguirre aunque este libro es fuertemente criticado por Juan Ramón Jiménez. También participa en la Revista de Occidente. En diciembre de 1927 asiste a los actos celebrados en el Ateneo de Sevilla con motivo del tercer centenario de la muerte de Góngora, pero solo como oyente, aunque ya había conocido a varios miembros de la que sería denominada después Generación de 1927 (por ejemplo, Pedro Salinas fue profesor suyo).
     Después marcha a Madrid, donde conoce a Vicente Aleixandre; en noviembre Salinas le ayuda a conseguir un lectorado de español en la Universidad de Toulouse; viaja también a París, donde se aficiona al cine. Se entera del asesinato de Federico García Lorca y le escribe una sentida elegía, "A un poeta muerto", cuyos dos últimos párrafos fueron censurados. Pasó dos meses como agregado de la Embajada Española en París y vuelve a Madrid, donde se alista en el Batallón Alpino; con él es enviado a la Sierra de Guadarrama. En abril de 1937 se traslada a Valencia. En 1947 se inicia su exilio norteamericano; allí enseña literatura en el colegio de señoritas de Massachusetts, puesto que desempeñará hasta 1952, y logra por fin la ansiada estabilidad económica; tres viajes a México en 1949, 1950 y 1951 le hacen desear volver a vivir en una tierra donde se habla el español consigue dejar su puesto y establecerse en México capital en 1952 y el 5 de noviembre fallece en la Ciudad de México y es enterrado pocos días después en la sección española del Panteón Jardín. Algunos de sus títulos, ubicados en orden cronológico son los siguientes: Perfil del aire, Los placeres prohibidos, Las nubes, Vivir sin estar viviendo y Desolación de la quimera.



Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

martes, 12 de marzo de 2013

Canción del pirata rock

Nos envía Paula Pinazo, de 1º de bachillerato, estas versiones de la célebre Canción del pirata, de José de Espronceda, ese autor al que nos acercaremos dentro de poco en clase. Ahí van:

La versión de Tierra Santa



Y ecos de Extremoduro

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido,
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.»

Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
«Allá muevan feroz guerra,
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.»

Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
como vira y se previene,
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por la mar.

Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar

lunes, 11 de marzo de 2013

Galdós en cómic

Nos envían las chicas del Chomón la siguiente noticia, que no sabemos si acoger con agrado, como galdosianos que somos, o con temor, que eso de los experimentos...Nos viene de perillas para la lectura de la seguna evaluación en 4º de ESO, Marianela, esa nouvelle que nos acompaña desde hace unos días. Ahí va:

viernes, 8 de marzo de 2013

Dos empentones

Una de nuestras más fieles  colaboradoras, Eva María Martínez, de 2º ESO A, nos envía este par de "empentones" ortográficos para nuestro deleite. Encontrar los errores es relativamente sencillo... Ahí van:




jueves, 7 de marzo de 2013

Maño

Nos recuerda Ainhoa Tortajada, de 4º ESO B, que no habíamos publicado un envío suyo de hace ya unos días sobre un texto "oregonés", que no sabemos si tiene que ver o no con nuestro querido botero. Lamentamos el error y tratamos de subsanarlo ahora mismo. Ahí va:

 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Hollar, hoyar...es un no parar

Nos envía Alicia Plumed, de 1º de bachillerato esta falta encontrada en ese diario independiente de la mañana que pide una sección propia dentro de este blog, sobre todo si tenemos en cuenta que no hay semana en la que falte a su cita.  Por cierto, "hoyar" existe, pero no creemos que sea el sentido que se quiere dar aquí. En fin, ahí va:



martes, 5 de marzo de 2013

Un recuerdo de Hemingway


El otro día leímos un breve fragmento de un texto de Ernest Hemingway. Aquí os dejamos con la semblanza que de este escritor ha preparado Eva Martínez. Ahí va:
Ernest Hemingway nació en Oak Park (Illinois) el día 21 de julio del año 1899. Fue un escritor y periodista estadounidense. Su obra fue considerada muy influyente, tanto por la sobriedad de su estilo como por los elementos trágicos. En el año 1953 se le otorgó el Premio Pulitzer por la obra de El viejo y el mar y al año siguiente, en el 1954, recibió el Premio Nobel de Literatura. Poco después de iniciar su carrera de periodismo, decidió presentarse como conductor de ambulancias voluntario para la Primera Guerra Mundial. Todas esas experiencias que vivió en las Primera y Segunda guerras mundiales, las adoptó a sus novelas.
Algunos de sus primeros libros fueron:

  • Tres relatos y diez poemas en el año 1923. 
  • En nuestro tiempo en el año 1924. 
  • Hombres sin mujeres en el que se incluye el cuento de Los Asesinos. Estos los escribió en el año 1927.
Este era Ernest Hemingway
 
Algunas otras de sus conocidas obras:
  • Fiesta es una obra que escribió en el año 1926 que trata sobre la historia de unos norteamericanos y británicos, miembros de la ¨generación perdida¨ que van sin rumbo por España y Francia.
  • Adiós a las armas de 1929 que es una historia sentimental y bélica desarrollada en Italia durante una guerra.
  • Tener y no tener de 1937, condena las injusticias económicas y sociales.
  •  ¿Por quién doblan las campanas? (1940) fue una obra muy exitosa, filmada (por Sam Wood y con Gary Cooper como protagonista) y que está ambientada en la Guerra Civil española.
Ya que hablo de que algunas de sus obras se mostraron en pantalla, voy a nombrar alguna de ellas:
  • El viejo y el mar en 1958.
  • Hello Hemingway en 1990.
  • Hemingway & Gellhorn en 2012.
Cartel de la película basada en su relato

Lamentablemente, Hemingway cayó enfermo y su vida aventurera llegaba a su fin, por lo tanto, cogió una escopeta de caza y se disparó . Falleció en Ketchum (Idaho) el día 2 de julio del año 1961 a los 61 años.

                                             Eva María Martínez Noguera, 2ºA ESO

lunes, 4 de marzo de 2013

Marina, de Carlos Ruiz Zafón

Como este trimestre los alumnos de primero de bachillerato hemos tenido que elegir un libro para leer -en mi caso es el de Historia de una maestra- y que de momento me está encantando, digamos que me he puesto ha pensar en todos aquellos libros que me he leído y me han gustado, y como no podía ser menos, os voy a hacer una recomendación de el que más, o uno de ellos, me ha gustado. 

El libro de el que os voy ha hablar se llama Marina, de Carlos Ruiz Zafón, un escritor que junto con Isabel Allende es uno de mis favoritos, y además la última entrada que hice recomendando un libro era de este mismo autor. Este libro trata sobre dos jóvenes, Óscar y Marina, que viven una fantástica y peligrosa historia que sucedió en Barcelona varios años atrás. Esta historia se basa en la investigación que ellos hacen siguiendo una trama que comienza cuando observan a una dama de negro que visita una lápida en un cementerio. En el transcurso de la novela llegan a descubrir como determinados personajes utilizan la magia negra de una especie de mariposa llamada Mariposa Negra, para vencer a la muerte. Tras muchas aventuras, en los que hay momentos en los que incluso peligra su propia vida, solo ellos conocen el desenlace sin llegar a contarlo nunca a nadie. Al final del relato Marina muere debido a una grave enfermedad.

Este libro me encantó, es un libro entretenido, emocionante, bonito y muy fácil de leer. Fue un libro que me recomendaron y por supuesto se lo recordaría tanto a la gente que le gusta leer como a la que no; no solo por su fantasía, sino porque es un libro con el que puedes pasar un muy buen rato. Y aunque el final sea triste debido a la muerte de Marina, es un libro que valora mucho la amistad y el respeto entre sus protagonistas.

Paola Fogued Fermín 1º BTO.
 

viernes, 1 de marzo de 2013

Falta universitaria

La que fuera nuestra casa durante unos años y que ahora no es más que sombra de lo que fue ofrece a veces interesantes actividades y conferencias. Nuestros contactos en la Universidad de Zaragoza nos envían este cartel anunciador de una de las actividades, con un fin solidario, pero con sus correspondientes faltas de ortografía...Ahí van: