Ahora que se conmemora este 14 de diciembre (fíjate en el blog de Geografía; ¡vaya trabajazo!) la llegada del célebre explorador Roald Amundsen al Polo Sur Geográfico, tras una épica y trágica lucha contra el británico Robert F. Scott, hemos pensado recordar una de las novelas que mejor refleja, a nuestro humilde juicio, el mundo de las grandes expediciones del siglo XIX y XX, de los legendarios exploradores y aventureros que no dudaron en realizar grandes sacrificios en aras del progreso de la humanidad o, por qué no decirlo, de su propio orgullo. La novela a la que nos referimos se titula Las aventuras del capitán Hatteras, y fue escrita por Julio Verne allá por 1865.
En este caso no está ambientada en el Polo Sur, sino en el Norte, y narra el impresionante viaje que realiza la tripulación del Avante al que conduce el misterioso capitán británico Hatteras en busca del punto máximo al que el ser humano haya llegado nunca: el Polo Norte. Ninguno de los marineros conoce al capitán; tan solo que se han de dirigir a unos misteriosos lugares en los que van recibiendo nuevos destinos e informaciones. Pero el destino (el Polo Norte) no es del agrado de algunos marineros y se producirá un motín a bordo. Solo el doctor Clawbonny, Johnson, Bell y Altmont se mantendrán fieles al capitán y sostendrán una titánica batalla contra los elementos en medio de esas vastas soledades polares.
No es la primera vez que Verne sitúa sus novelas de "Viajes Extraodinarios" en alguno de los polos. Tanto La esfinge de los hielos (de la que te hablamos en este blog) o El país de las pieles están ambientadas por esos lares. Además, los personajes solitarios y atormentados (piensa en el Nemo de Veinte mil leguas de viaje submarino o el Kaw-Dyer de Los náufragos del Jonathan, por ejemplo) son habituales en Verne y este es una de sus creaciones más logradas y singulares.
Hombres perdidos en las inmensas soledades blancas del Polo, barcos que desaparecen misteriosamente, osos enfurecidos por la falta de alimento, trucos para sobrevivir un invierno entre los hielos (el escorbuto era una de las mayores causas de mortalidad)...Lo tiene todo. Y la tenemos en la biblioteca.
No es la primera vez que Verne sitúa sus novelas de "Viajes Extraodinarios" en alguno de los polos. Tanto La esfinge de los hielos (de la que te hablamos en este blog) o El país de las pieles están ambientadas por esos lares. Además, los personajes solitarios y atormentados (piensa en el Nemo de Veinte mil leguas de viaje submarino o el Kaw-Dyer de Los náufragos del Jonathan, por ejemplo) son habituales en Verne y este es una de sus creaciones más logradas y singulares.
Hombres perdidos en las inmensas soledades blancas del Polo, barcos que desaparecen misteriosamente, osos enfurecidos por la falta de alimento, trucos para sobrevivir un invierno entre los hielos (el escorbuto era una de las mayores causas de mortalidad)...Lo tiene todo. Y la tenemos en la biblioteca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario