sábado, 17 de diciembre de 2016

Ferrocarriles desde Sierra Menera

Aprovechando la lectura de La enfermedad sospechosa (Antonio Castellote, 2008), en la que se alude a la construcción de un ferrocarril entre Teruel y Sagunto, César Hernández (4º B) nos ha elaborado esta crónica sobre los ferrocarriles de Sierra Menera y la extracción de mineral de hierro en Ojos Negros.


      Vamos a hablar de uno de los yacimientos de hierro más importantes de España, un lugar cargado de historia, donde ya desde épocas antiguas los pueblos iberos, celtíberos, romanos y musulmanes se beneficiaban de este mineral (quedan vestigios tanto de antiguas labores de extracción como de metalurgia) y donde, en la historia más reciente, se explotó este mineral a lo largo del siglo XX. Estas minas se encuentran en ambas vertientes de Sierra Menera, que es una alineación montañosa de la cordillera Ibérica y que marca el límite entre las provincias de Guadalajara y Teruel.
     A comienzos del siglo XX dos empresarios vascos, necesitados de mineral de hierro para sus industrias, adquirieron la concesión para explotar los ricos yacimientos de mineral de hierro de Sierra Menera. En aquella época no existía la Siderurgia de Sagunto y era necesario dar salida al mineral de hierro a través de la costa. Todo esto dio lugar, el tres de septiembre de 1900 a la Compañía Minera de Sierra Menera. Se decidió construir un ferrocarril, entre Ojos Negros y Sagunto, prácticamente paralelo al del “Central de Aragón” que acababa de ponerse en servicio, a la vez que se construía un puerto propio en Sagunto para la exportación del mineral. Seguidamente se completó con la actividad siderúrgica, construyendo los Altos Hornos en Sagunto. Controlando así todo el ciclo industrial del mineral.
     En aquella época se trabajaba bajo unas durísimas condiciones. Los trabajadores, que procedían de localidades cercanas, recorrían a pie cada día, largas distancias soportando bajas temperaturas y frecuentes nevadas en invierno. La propia compañía construyó viviendas y servicios para sus trabajadores cerca de la explotación, lo que con el tiempo configuró lo que hoy es el barrio de Sierra Menera.
     La extracción manual del mineral continuó hasta 1921, cuando se adquirieron dos excavadoras de vapor que aumentaron significativamente la producción.  La explotación de las minas se paralizó durante la Guerra Civil y el trazado ferroviario, usado como trincheras, sufrió graves desperfectos. En 1941 se reinició la actividad.
      Los años que siguieron fueron de gran prosperidad: se puso en marcha un segundo alto horno en Sagunto que incrementó considerablemente la demanda de mineral, se modernizaron los sistemas de extracción con nuevas excavadoras con motor de gasoil, se construyó un túnel que facilitaba el transporte del mineral de la vertiente castellana a la planta de procesamiento. Todo esto propició un gran crecimiento en las tres fases de la actividad: extracción, transporte y siderurgia.
     Este incremento en la producción llevó, en el año 1972, a un replanteamiento en el transporte del mineral, abandonando el ferrocarril propio y contratando el servicio y las vías de RENFE. Esto provocó el despido de los trabajadores dedicados del ferrocarril de Sierra Menera (unas 300 personas). El crecimiento continuó hasta 1980, año de máxima producción anual de las minas.
      Posteriormente, la crisis mundial en el sector metalúrgico unida a la demanda de una mayor calidad del mineral destinado a los Altos Hornos y a mayores gastos de explotación, condujeron paulatinamente al cierre de la explotación minera en 1987.
     Actualmente, todo este rico patrimonio industrial se está poniendo en valor con usos alternativos y de ocio (la mayor vía verde de Europa en el antiguo trazado del ferrocarril, oficinas reconvertidas en albergue, un Alto Horno conservado como museo, los almacenes siderúrgicos del Puerto de Sagunto como centro de artes escénicas y actualmente se trabaja en la rehabilitación de la Planta de Clasificación, hospital y talleres de trenes).


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