Unos colaboradores muy cinematográficos nos envían esta curiosa advertencia de un puesto del mercado de Zaragoza. Lo cierto es que con tal aviso cualquiera espera a un vendedor de más de cien kilos y casi dos metros de estatura, malas pulgas y cara de no haber desayunado. No es necesario explicar a qué tipo de bulbos se refiere para lanzar tamaña atención (el raquídeo, el piloso, el tunicado...), pero tal vez le sobre algún pronombre y le falte alguna coma. En fin, que mejor no preguntar.
con ese "me" suena muy mal la cosa.
ResponderEliminarJuan 3ºA