Nos llega este disparatate lingüístico no exento de humor en una noticia que da cuenta de una exposición en Teruel sobre el calentamiento global con el nombre de "El Ártico se rompe". Bien, pues el problema llega cuando se confunde "casquete" (polar) con "cascote". Esto no pasaría de anécdota si no fuera porque a veces le buscamos un enfoque divertido. Alguno podría pensar que, claro, con tanta alusión al calentamiento o a derretirse, hablar de "casquete" (polar) podría resultar ofensivo, algo soez (véase la séptima acepción de la palabra en el diccionario de la RAE) y por eso han preferido rebautizarlo como "cascote" polar. Con ello tal vez se advierte con más claridad sobre el problema, pues la superficie helada del planeta habría quedado reducida a un simple escombro, pequeño y casi imperceptible.
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