martes, 7 de enero de 2014

Los ojos del río

Nos quedaba una novela de Antonio Castellote en el tintero para completar el repóquer de folletines publicados en Diario de Teruel durante cinco veranos consecutivos (2005-2009). En este caso se trata de Los ojos del río, la segunda de ellas y la que más debe quizás a esa primera novela -Modelo sin dolor- de la que hablaremos un día de estos. 
    De la ambientación romántica durante la Primera Guerra Carlistas situada en el Maestrazgo pasamos a una localización contemporánea en Teruel, que se repetirá dos años más tarde en Otoño ruso (2008), y en algunos lugares de la Sierra de Albarracín. Es, por tanto, un cambio significativo en cuanto al tiempo y el lugar, pero a la vez se mantiene una continuidad con respecto al anterior folletín, ya que se vuelve a emplear la primera persona del singular para la narración, mediante el relato de Balbino, un guarda fluvial del río Guadalaviar que está a punto de jubilarse. La primera persona narrativa desaparecerá ya en el siguiente folletín, donde encontraremos un narrador omnisciente.

Ilustración de J. C. Navarro para el capítulo 5
    Decíamos antes que el folletín  Los ojos del río es deudor de Modelo sin dolor, una novela-río de casi 500 páginas divididas en 14 capítulos intitulados, escrita bastante antes que los folletines, que permanece inédita y que puede leerse en el blog de Antonio Castellote. Su lectura resulta interesante no solo por el hecho de ser la primera novela del autor, sino también porque supone un venero de temas y motivos que se desarrollarán posteriormente en los folletines.
    En el primer capítulo conocemos al citado Balbino, un personaje que no quiere problemas y que, en cierto modo, se desentiende de todo, y a su sustituto, Sebastián, hacia el que el primero no guarda excesivas esperanzas ("Y era lo que yo ya me esperaba, un enchufado de la Escuela de Paleontología, uno al que le han regalado las oposiciones y lo van a tener husmeando huesos a sus anchas mientras el río se queda desatendido"). Y ahí está uno de los temas que gravitan a lo largo de la novela: cómo consiguió Sebastián esa plaza, pues, en principio, la "candidata" era Lourdes, la hija de una amiga de Balbino. Esta historia ya había aparecido antes en Modelo sin dolor, con una estructura similar. La madre de Lourdes es Barbarita, cuya relación con Balbino es análoga a la de Güino y Rosita en la novela anteriormente citada: muchos años juntos y una hija a la que colocar a través de un favor en unas oposiciones.  Junto a Barbarita vive la abuela Dominica, casi centenaria, personaje que tendrá su importancia hacia el final de la novela. 
     De Sebastián veremos poco a poco su deseo de buscar "un sitio pequeño, que huela a vaca", que a Balbino enseguida le hace desconfiar, pues ve en él a una suerte de neorural que trata de vivir su utopía, sin ser tal vez muy consciente de a dónde ha ido a parar (¡¡a Teruel!!). Pero es un personaje que irá creciendo conforme avance la novela, cada vez más adaptado y consciente del sitio en el que se encuentra y de lo que se espera de él. Pero quizás, como suele ser habitual, donde mejor despliega Antonio Castellote su habilidad narrativa es en la descripción de los personajes femeninos. Así, Barbarita, una mujer que ha tenido que criar sola a su hija tras la fuga de su marido Vicente, se convertirá en una de las creaciones novelescas más logradas, junto a Amparín (La enfermedad sospechosa) o Guillermina (Una flor de hierro). Por otro lado, y en claro contraste con los personajes anteriores, tenemos a Simón Pedralba, que representa al nuevo rico, surgido al calor del dinero rápido de la construcción (y luego su paso por la política), tan patético y bruto en sus formas y maneras como fantoche que simboliza el mal gusto y el poco respeto. En fin, que también veremos a otros personajes como Vladimir, el cubano que vive en Calomarde, Sonia y su hijo Levin (quizás un antecedente del Kólia de Otoño ruso) o Facundo; se hablará de la Guerra Civil, de la Escuela de Paleontología, de los populares "medievales" y de tantas cosas sobre las que merece la pena leer...(hasta de fútbol, así que lo tiene todo).
   

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