Naves negras ante Troya, de Rosemary Sutcliff, es una versión adaptada de La Ilíada, escrita por Homero en la antigüedad. El libro trata sobre la guerra que tuvo lugar durante diez años, entre troyanos y griegos. El conflicto comenzó cuando la bella Helena, mujer de Menelao, rey de Esparta, se escapó con el príncipe Paris rumbo a Troya (Asia Menor).
Menelao informó a su hermano Agamenón, rey de Grecia, de lo sucedido y este convocó a todos los caudillos de Grecia (Néstor, Tisbe, Áyax, Diomedes, Idomeneo, Aquiles y Ulises) y a sus ejércitos para recuperarla. Todos acudieron a la llamada con sus naves salvo Aquiles, porque fue encerrado por su madre con las doncellas de palacio disfrazado de mujer. Los demás caudillos no querían partir sin él, por su habililidad con la espada y por su gran ejército. Al astuto Ulises se le ocurrió llevar regalos a las doncellas del palacio de Aquiles. Les llevó perfumes y una espada. Todas las verdaderas doncellas cogieron los perfumes y Aquiles cogió la espada. Así Ulises descubrió a Aquiles y se lo llevó con él hacia Troya.
Cuando estuvieron todos los ejércitos reunidos en Creta, partieron hacia Troya. El príncipe Protesilao fue el primero en llegar y el primero en morir, una flecha le atravesó la garganta. Enseguida su ejército hizo retroceder a los troyanos hasta sus murallas y los griegos se apoderaron de la costa y de los cañizales de las llanuras de Troya. Allí construyeron grandes pabellones para vivir durante los diez años que duró el asedio. Durante ese tiempo, hubo numerosas batallas, en algunas los Dioses favorecían a su bando preferido. En una de ellas, Paris disparó una flecha contra los griegos y Hermes la condujo hacia el talón de Aquiles, que era su único punto débil y este murió.
Finalmente, los griegos se alzaron con la victoria gracias a la estrategia de Ulises de hacer creer a los troyanos que los griegos abandonaban la guerra. Para ello, construyeron un enorme caballo de madera en el que se metieron varios hombres y el resto del ejército quemó los pabellones y se lanzó a la mar. Los troyanos creyeron que los griegos se retiraban de la guerra e introdujeron el caballo en su ciudad. Al caer la noche, cuando todos los troyanos dormían tranquilos, los soldados del caballo salieron de él y encendieron antorchas para que los barcos griegos volviesen y se apoderaran de la ciudad. Quemaron Troya, mataron a todos los hombres y capturaron a las mujeres.
En La Odisea, Homero narra los viajes y peligros que corre Ulises de vuelta a su patria, Ítaca. Gracias a su inteligencia, seguro que lo conseguirá.
Recomiendo la lectura de Naves negras ante Troya porque es un libro lleno de aventuras y que ayuda a comprender la lectura de la Odisea. Cabe destacar la imaginación de Homero para inventar esta historia, en la que los hombres son manipulados por los dioses, que no siempre son justos y que tienen los mismos rasgos de personalidad que los hombres, tales como egoísmo, envidia, rencor y vanidad.
Iván Pellicer, 1º ESO A
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