Las célebres instrucciones de Cortázar siguen dando juego. Esta vez le toca el turno a Javier Fuertes, de 1º A, quien nos envía unas recomendaciones muy detalladas y precisas para abrir una puerta, algo que, en ocasiones, resulta tarea harto complicada.
¿CÓMO PASAR A UNA SALA SI UNA PUERTA SE PONE EN TU CAMINO? PARA ELLO DEBES APRENDER UNAS NORMAS BÁSICAS DE… “CÓMO ABRIR UNA PUERTA”
CÓMO PODER HACER QUE SE ABRA LA PUERTA
Para empezar, hay que tener una puerta en buen estado. Es decir, con una manilla (ya que sino, no podríamos saber de dónde se abre una puerta, de no ser que sea de esas puertas del futuro que hay en las tiendas que se abren cuando te pones delante, y que a veces te chocas pensando que se va a abrir más rápido). También, la puerta debe tener una forma que quepa entre una pared y otra, de lo contrario no se podrá encajar en la pared y se te puede caer encima. También debe poder estar en un espacio que se pueda abrir y cerrar correctamente (si estuviera en un lugar que no se pudiera abrir la puerta no podrías pasar a la sala, tienda, entrada…). Debe tener bisagras para ejercer la acción dicha (“abrir la puerta”), si puede ser, que no haga ese ruido tan conocido en las películas de terror que hace la puerta cuando vas a entrar en una sala en la que hay algo que te asusta. Si ocurre esto, debes ponerle en el objeto que hace que gire la puerta un poco de aceite “no me refiero al de cocinar, el aceite de oliva y de girasol no”). Para que se pueda abrir la puerta debe estar vertical (de arriba abajo), si estuviera tumbada (horizontal), iría a parar al suelo, o no se podría abrir.
CÓMO PODER HACER QUE SE ABRA LA PUERTA
Para empezar, hay que tener una puerta en buen estado. Es decir, con una manilla (ya que sino, no podríamos saber de dónde se abre una puerta, de no ser que sea de esas puertas del futuro que hay en las tiendas que se abren cuando te pones delante, y que a veces te chocas pensando que se va a abrir más rápido). También, la puerta debe tener una forma que quepa entre una pared y otra, de lo contrario no se podrá encajar en la pared y se te puede caer encima. También debe poder estar en un espacio que se pueda abrir y cerrar correctamente (si estuviera en un lugar que no se pudiera abrir la puerta no podrías pasar a la sala, tienda, entrada…). Debe tener bisagras para ejercer la acción dicha (“abrir la puerta”), si puede ser, que no haga ese ruido tan conocido en las películas de terror que hace la puerta cuando vas a entrar en una sala en la que hay algo que te asusta. Si ocurre esto, debes ponerle en el objeto que hace que gire la puerta un poco de aceite “no me refiero al de cocinar, el aceite de oliva y de girasol no”). Para que se pueda abrir la puerta debe estar vertical (de arriba abajo), si estuviera tumbada (horizontal), iría a parar al suelo, o no se podría abrir.
PASOS QUE HAY QUE SEGUIR PARA PASAR A LA OTRA SALA
Primero:
Es mejor abrir la puerta con la mano, porque si la quieres abrir con el pie, el codo, el hombro, sería algo incómodo (ahora, si alguien quiere hacerlo con el codo que lo haga, pero le resultará más fácil con la mano).
Segundo:
Con la mano, coge manilla de la puerta rodeándolo como si fuera un círculo. Para facilitar este paso, habría que coger la manilla como si cogieras un palo. Seguro que así ya os he facilitado las cosas bastante.
Tercero:
Gira la muñeca hasta que no se pueda más, si se puede más es porque algo de esa puerta no cuadra o porque el mango para abrir la puerta está roto.
Cuarto:
Empuja hacia delante o hacia detrás.
Quinto:
Quinto:
Cuando se abra, y de lo contrario “algo está pasando en la puerta” (me he copiado de “algo está pasando en Mercedes”, es ese anuncio de la tele que alguien se compra un…, bueno, no vamos a hacer propaganda que no nos pagan por decir esto), o si no, tienes que leer el punto de “cómo poder hacer que se abra la puerta “ o es que te están gastando una broma los graciosos de los amigos o familiares y no te dejan entrar porque están enfadados, no quieren que entres, te están preparando una fiesta sorpresa o son unos graciosos y quieren que te eche la bronca un profesor porque estás en el pasillo. Tras abrirla, debes soltar la mano con la que abres la puerta (da igual si lo habías hecho con la izquierda que con la derecha).
Sexto:
Sexto:
Sueltas la mano (Esta indicación fácil).
Séptimo:
Mueves la pierna derecha hacia adelante (si no, tendrás mala suerte porque si empiezas por la izquierda, tendrás un mal día, o eso dicen), luego la pierna izquierda y así hasta que has atravesado la puerta. Y ya está, ya habrías pasado a la sala.
BUENO, ESPERO QUE HOS HAYA GUSTADO Y QUE SEPÁIS ABRIR CON ESTE “PEQUEÑO” CONSEJO UNA PUERTA.
¡Muy bueno! ¡Cómo me he reído!
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