jueves, 20 de septiembre de 2012

La muerte tenía un precio

El presente curso nos trae una nueva recomendación cinematográfica para este jueves en la 1 de RTVE. Ya se sabe de la especial predilección de este departamento por el western, así que no es de extrañar que la sugerencia para esta noche sea una película del Oeste (también se puede leer algún enrevesado documento institucional sobre las instrucciones de principio de curso y sus correcciones, pero no es aconsejable, a menos que uno quiera acostarse más tonto de lo que se despertó). La película en cuestión es La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più, 1965) y está dirigida por Sergio Leone, un director italiano que comenzó su breve filmografía con algunos "peplums" (cine de romanos), como en Los últimos días de Pompeya o Sodoma y Gomorra y la cerró con Érase una vez en América, una dura y descarnada visión sobre la América de comienzos del siglo XX y la Ley Seca. 



La película en cuestión - La muerte tenía un precio - forma parte de la denominada "Trilogía del dólar", título bajo la que se agrupa junto a Por un puñado de dólares (1964) y El bueno, el feo y el malo (1966), protagonizadas todas ellas por un lacónico Clint Eastwood, ataviado con su inseparable poncho y un cigarro entre los labios, en un personaje carente de escrúpulos, violento y amoral y que solo busca obtener la recompensa por la captura de "el Indio" (Gian María Volontè). Este último es un malo con unos ojos claros y un pasado oscuro; por otro lado, tenemos a Lee Van Cleef, un rostro memorable del cine, que aquí ha de vengar un viejo asunto familiar y que terminará aliándose con Eastwood para atrapar a Volontè. 



Rodada en España (en el desierto de Tabernas en Almería), como las otras dos de la trilogía y la ulterior Hasta que llegó su hora (1968) - una joya que merecería alguna entrada en el blog-, supone quizás la cima del llamado "spaghetti western" (o "eurowestern", si aceptamos la denominación más políticamente correcta con la que se viene aludiendo a las películas del Oeste rodadas en Europa desde los años sesenta), un ejemplo de dominio de la técnica narrativa, que tiene su culminación en el impresionante duelo final a tres bandas y que está considerado como uno de los mejores desenlaces de la historia del cine. En la banda sonora reside también parte del éxito de la película y corresponde, como en otras ocasiones a Ennio Morricone, un genial compositor italiano, responsable de la música de La misión, Los intocables de Elliot Ness o Novecento, entre otras.  No te la pierdas, y si nos haces un comentario sobre si te ha gustado o no, te lo publicamos y te cuenta para la nota de la primera evaluación. Aquí va un fragmento:







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