A veces uno se acuerda de que hay efemérides que merece la pena celebrar y esta es una de ellas: sesenta años del estreno de Centauros del desierto. Como nuestros alumnos ya saben lo que nos gusta y lo que les serviría para el examen de mañana y pasado de La Odisea, no vamos a ser más pesados con los elogios: hay que verla. Y, a veces, también hay que escucharla. Felicidades, Ethan Edwards (o Amos Edwards, que la novela es otra maravilla).
Dos momentos clave de la película: la sospecha de que son comanches a los que persiguen y la certeza de que ha perdido todo, mientras almohaza a su caballo. Nunca una mirada fue más reveladora.
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