miércoles, 31 de agosto de 2011

Feo, fuerte y formal


Para animar el inicio de curso, hemos pensado inaugurar una de las secciones del blog - La Gramola - con una canción de Loquillo, titulada "Feo, fuerte y formal", que, según se cuenta, figura como leyenda en el epitafio de algún famoso actor de Hollywood. Lo cierto es que la versión que aquí te mostramos aparece con su correspondiente análisis sintáctico, lo cual no deja de ser una mezcla cuando menos sorprendente. Si te animas con alguna de tus canciones favoritas y le haces un análisis sintáctico te la publicamos, con vídeo y todo. Ahí va el análisis (en varias partes):
Al principio ya hay una subordinada adverbial final dentro de la primera coordinada adversativa, mientras que en la segunda adversativa hay una subordinada sustantiva con un núcleo de perífrasis: "No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que puedes contar conmigo...".
"No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo".
Se trata de una oración compuesta por coordinación adversativa, unidas por el nexo “pero”. En la primera oración el sujeto está elíptico (“Yo”) y lo deducimos por las desinencias verbales (“vine”). Asimismo, es una oración enunciativa negativa, intransitiva y activa, que podemos, a su vez, dividir en dos partes. Por un lado, una oración principal (“No vine aquí”) y, por otro lado, una oración subordinada adverbial impropia de finalidad (“para hacer amigos”), introducida por el nexo “para”. En su interior nos encontramos con una oración de infinitivo o no flexionada, pues carece de nexo introductor (“hacer amigos”), que es transitiva y que, por tanto, posee un CD (“amigos”).
En cuanto a la segunda oración coordinada adversativa que, por cierto, se encuentra en relación de dependencia semántica con respecto a la primera (es decir, “necesita” a la primera para tener sentido completo), de nuevo hay un sujeto elíptico que se deduce por las desinencias verbales (“tú”) y un predicado verbal con un verbo transitivo al que complementa un CD, esta vez en forma de oración subordinada sustantiva introducida por el nexo “que”. En su interior el sujeto es también elíptico (“tú”) y en el predicado hay un circunstancial de tiempo (“siempre”), un núcleo verbal en forma de perífrasis (“puedes contar”) y un pronombre personal (“conmigo”) que podría desempeñar la función de circunstancial de compañía, si bien también cabe interpretarlo (más difícil es justificarlo) como un CRV, ya que se cuenta con alguien o algo y “conmigo” posee en su interior una preposición “con” lexicalizada junto al “mí”, pero esta explicación se nos va de las manos…
"Dicen de mí que soy un tanto animal, pero en el fondo soy un sentimental".
De nuevo nos encontramos con una oración compuesta por coordinación adversativa, con el nexo “pero” uniéndolas y estableciendo una relación de interdependencia entre ellas. En la primera coordinada adversativa podemos interpretar que se trata de una oración impersonal del estilo de “Llaman a la puerta”. En este caso no habría sujeto elíptico (sino sería una 3ª del plural) y el predicado tendría como núcleo el verbo “dicen” al que complementarían un CRV (“de mí”; pues se dice algo de alguien) y un CD en forma de oración subordinada sustantiva introducida por el nexo “que” y en cuyo interior hay un predicado nominal (“soy un tanto animal”), cuyo núcleo es el verbo copulativo “soy” – son sujeto elíptico en 1ª del singular – y un atributo “un tanto animal” con un cuantificador “tanto” del núcleo.
Con respecto a la segunda oración adversativa vemos que se repite el sujeto elíptico de la anterior (“yo”), un atributo (“un sentimental”) y un CCM (“en el fondo”), pues no indica un lugar, sino más bien una manera. Existe asimismo una simetría entre ambas oraciones atributivas (e intransitivas), ya que se repite la misma estructura.